Receta de cupcake de tarta de zanahoria, un postre o merienda delicioso y con un frosting más ligero que el clásico

La clásica tarta de zanahoria, el querido por tantos carrot cake, es un clásico de la repostería por motivos evidentes. Es uno de esos tipos de tartas que, por lo general, están preparadas basándose en la receta clásica que, aunque el bizcocho suele ser ligero y esponjoso, la cobertura es una auténtica bomba de azúcar siguiendo la tendencia de repostería americana. Por eso hoy traemos unos carrot cake en formato cupcakes, versionando este icónico pastel de zanahoria pero con una cobertura mucho más aireada, ligera y muchísimo menos dulce que el clásico frosting de queso. Además, se conservan en la nevera durante un máximo de 72 horas.

Empezamos preparando la cobertura, para ello, ponemos a hidratar en agua fría la hoja de gelatina durante 10 minutos. Mientras, en un cazo ponemos 35 gramos de nata y el azúcar glas, y calentamos hasta que comience a hervir. Retiramos del fuego, y añadimos el queso crema y la gelatina escurrida.

Trituramos todo con una batidora de mano y pasamos la mezcla a un bol. Añadimos 185 gramos de bien fría, removemos con una espátula y dejamos la mezcla en la nevera durante seis horas tapada con film.

Para preparar los cupcakes, precalentamos el horno a 175 grados. En un bol mezclamos los huevos, el azúcar y la panela. Batimos la mezcla con varillas hasta que blanquee. Añadimos poco a poco el aceite y, por último, la harina, la maicena, la almendra molida, la levadura química y las especias.

Removemos y rellenamos unas cápsulas de cupcakes hasta 3/4 de su capacidad. Horneamos durante 25 minutos o hasta que pinchando el cupcake con un palillo este salga limpio.

Una vez fríos, les quitamos una pequeña porción de su interior con un descorazonador de manzanas o con un cuchillito afilado. Después, lo rellenamos con la mermelada de naranja amarga.

Batimos con batidora de varillas la crema de queso de cobertura hasta que esté firme, la metemos en una manga pastelera con boquilla rizada y decoramos los cupcakes a nuestro gusto. De hecho, podríamos hasta convertirlos en nuestro postre de Navidad favorito.

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Fotos | Directo al paladar

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