Si eres amante de la comida oriental, hoy te proponemos un plato chino casero de los más rico, y ante todo muy fácil de hacer. En tan sólo 15 minutos te puedes preparar una de sus comidas más icónicas: tallarines chicos.
Un plato que necesita pocos ingredientes y que resulta muy nutritivo gracias a sus vitaminas, carbohidratos y proteínas. Una apuesta deliciosa que te solucionará una comida completa y equilibrada de manera rápida y sin tener que cocinar un segundo plato.
Los tallarines chicos los puedes combinar con pollo, gambas, verduras, carne con setas... se pueden combinar con diferentes alimentos y el resultado es igual de apetecible. Un apunte, si no encuentras tallarines chinos opta por fideos, incluso fideos italianos.
Comenzamos calentando el caldo de verduras en una olla y preparando todos los tropezones, es decir, los pimientos, el ajo, el jengibre y el tofu, porque cuando el wok esté caliente el proceso irá muy rápido. Para realizar esta receta se necesita un wok o sartén grande. Coge el wok y pon a calentar un poco de aceite. Cuando esté caliente, fríe ligeramente la cebolla, el pimentón y el ajo.
Los pimientos hay que lavarlos muy bien previamente y los cortamos en dados. Escurrimos bien el tofu, secándolo con papel absorbente, y también lo cortamos en pequeños dados. Después rallamos los dientes de ajo y un trozo de jengibre de unos dos o tres centímetros de largo (es recomendable el jengibre fresco).
Posteriormente agrega el pollo, previamente aliñado con sal y jengibre, y sofríelo durante unos minutos. Al mismo se cuecen los fideos en el caldo y los dejamos un par de minutos menos del tiempo indicado en el paquete. Los escurrimos y los incorporamos al wok junto con la salsa de soja.
Por último, vierte los tallarines en el caldo, tapa el wok y deja que se cocine durante cinco minutos. Pasado el tiempo, destápalo, remuévelo todo y listo para comer.
Fotos | Directo al paladar, Unsplash