Esta receta de galletas italianas es una variante de las clásicas amaretti y son especiales porque no contienen ni harina, ni mantequilla, ni lácteos. Es decir, los ingredientes que suelen ser problemáticos para los intolerantes o alérgicos. Además, son muy sencillas de elaborar y sirven para aprovechar claras que nos hayan sobrado de otras recetas. Tienen muchos puntos para convertirse en favoritas de la casa.
En un cuenco amplio mezclamos, en primer lugar, el azúcar glas con la almendra molida. Agregamos la miel y la clara de huevo y unimos hasta formar una masa densa. Después, formamos una tira larga de masa, la envolvemos en film de cocina y dejamos reposar en el frigorífico durante, al menos, 30 minutos.
En el siguiente paso, precalentamos el horno a 150º con calor arriba abajo. Cortamos la tira de masa en 20 porciones iguales y las colocamos sobre una bandeja de hornear forrada con papel para horno. Ayudándonos del pulgar, presionamos el centro de cada galleta formando un pequeño agujero que rellenamos con mermelada, crema o almendra (o lo que queramos).
Horneamos las galletas durante 15 minutos, o hasta que estén ligeramente doradas. Las sacamos del horno y dejamos que reposen sobre una rejilla hasta que estén frías completamente.
Estas galletas italianas son perfectas para desayunos o meriendas donde tengamos como acompañamiento una taza de té o café. Eso sí, tenemos que conservarlas en una lata hermética para que no se reblandezcan y mantengan su textura crujiente original.
Caja de galletas Navidad Toy's Delight Villeroy & Boch
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