El secreto para tener buenos tomates está en la poda pero poca gente sabe cuándo y cómo hacerla

Para que nuestra tomatera dé los mejores tomates para ensaladas y gazpachos hay que cumplir con determinados rituales

Huma Kabakci S3wqbitzrg4 Unsplash
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Si tienes la suerte de contar con una tomatera plantada y a la espera de que te dé una cosecha de tomates bien hermosos con los que hacer gazpacho, añadirle a tus ensaladas o a una infinidad de recetas que subirán de nivel, me das mucha envidia. No obstante, espero que sepas que esta fruta tiene sus intríngulis en lo que respecta a la recolección de semillas, emparrado, riego y poda. Y es que todo en esta planta tiene un ritual preestablecido muy concreto.

Aunque lo más preciado sea su fruto, parte del secreto de producción de las tomateras reside en la poda de sus hojas. Y es que no puede hacerse de cualquier manera si queremos tener una buena cosecha. De este modo, según este jardinero experto en su plantación, solamente hay que quitar las hojas de los tomates altos más indeterminados.

De este modo, las primeras hojas de los tomates más altos deben eliminarse dos o tres semanas después de plantar los planteles en su emplazamiento definitivo, cortando a un ritmo de dos hojas por semana. Esto se debe a que las hojas ya viejas no participan en el proceso de fotosíntesis pero sí que absorben nutrientes.

Por otro lado, en ningún caso hay que eliminar las hojas de las ramas de crecimiento bajo porque no crecerán nuevas hojas en ellos. Esto es importante porque estas hojas participan en la fotosíntesis y ayudan a la planta a absorber sus nutrientes.

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Según explica, cuando plantas como las tomateras tienen muy pocas hojas, los tomates grandes no crecen lo suficiente y la planta comienza a perder flores a consecuencia de la pérdida de hojas.

Sobre todo, no hay que eliminar las hojas que están encima de los racimos de tomate porque estas son fuente de alimento de los tomates que se encuentran en la rama correspondiente. Dicho de otro modo: son las que lo nutren y hacen crecer.

En caso de que cortemos estas hojas cercanas a un racimo, los tomates no crecerán lo suficiente y no serán tan dulces ni sabrosos. Por el contrarios, cuando la fruta ya ha alcanzado la madurez, estas hojas ya se pueden eliminar.

Foto de portada | Huma Kabakci

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