Las seis reglas de oro para cultivar tu propio romero en casa con éxito y de forma fácil

El poder aromatizante que tiene el romero en la cocina es una bendición. Encima se trata de una planta muy fácil de cultivar. Lo único que hay que tener en cuenta es que es una planta mediterránea que está acostumbrada a sobrevivir en zonas de temperaturas elevadas y poco riego. Así que, aunque no no tiene grandes requerimientos en lo que respecta a su cuidado, tenerla en casa implica una serie de normas mínimas que garantizan su bienestar y supervivencia.  No hay que olvidar que se trata de un ser vivo con sus necesidades, por pocas que sean.

Luz solar

Se trata de una planta que tiene la característica de necesitar recibir una gran cantidad de luz solar directa. De hecho, no puede sobrevivir sin un mínimo de entre seis y 10 horas diarias de sol directo, la cantidad a la que está acostumbrada allí donde nace de forma silvestre.

Orientación sur

Debido a estas altas necesidades de sol directo, el romero ha de plantarse en un lugar de nuestra vivienda o terreno que tenga orientación sur. Un buen lugar puede ser junto a una ventana con dicha orientación donde reciba ese aporte directo que le permita nutrirse y sobrevivir.

Drenaje

Debido a esta sequedad, la planta requiere también de un drenaje adecuado. Si acumula agua en una maceta sin salida, pronto se vería afectada por la podredumbre de sus raíces, que no están habituadas a la acumulación de lluvia. O sea que es importante que el agua se evacue bien porque el romero agradece quedar bien seca entre riego y riego y no estar permanentemente húmeda.

Poda regular

Una poda regular es una excelente manera de cuidar nuestra planta de romero. Es un gesto que ayudará a mantener su estructura en la forma deseada y  que también ayudará a estimular su crecimiento.

Un poco de fertilizante

Además, no es una planta con grandes necesidades nutricionales por lo que el abono debe reservarse para ocasiones contadas en primavera y de forma siempre muy limitada. Hay que emular las condiciones del entorno del romero cuando se encuentra en estado salvaje.

En interior si hace frío

Si vivimos en una ciudad fría, lo mejor es tener nuestra planta en el interior de casa cuando las temperaturas son frías. Al romero le gustan los climas cálidos y agradece las temperaturas elevadas, así como la escasez de lluvias y humedad.

Foto de portada | Zé Maria

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