Cualquier cosa cabe entre dos pedazos de pan. Y bien que lo sabía John Montagu, IV conde de Sandwich, que fue el precursor de este practiquísimo invento. Su pasión por jugar a las cartas obligó a sus criados a prepararle todo tipo de alimentos para que pudiera comer como un elegante caballero inglés sin manchar los naipes. Muchos años han pasado desde el nacimiento del sandwich y ya no sólo los fiambres y las carnes frías son los protagonistas de las recetas. Hemos encontrado recetas que adaptan platos muy reconocidos a la costumbre de comer "un algo" entre dos rebanadas de pan.
El Sandwich de Pizza Margarita
La pizza es ya de por sí uno de los referentes de la comida portátil, una opción para aquellos que necesitan tomar algo rápido en cualquier lugar, pero con esta opción las posibilidades de mancharse las manos son casi inexistentes. La base de este sandwich caliente es la misma que la de la famosa receta: tomate frito de la mejor calidad, queso mozzarella fresco, albahaca y especias.
El Sandwich de Huevo frito con patatas
Recuerdo que mi madre, maestra de hacer maravillosa comida con los ingredientes más humildes, nos hacía bocadillos de patatas fritas allá en los 80, cuando NO nadábamos en la abundancia. Nunca se nos ocurrió añadir un huevo frito o, en su defecto, uno revuelto que le diera el toque definitivo para adaptar este clásico al formato de bocadillo.
El Sandwich de Ensalada César
La clave de una buena ensalada César está en la salsa que lleva su mismo nombre, hecha con ajo picado, anchoas, un poco de mostaza de Dijon, huevo y limón. Untar dos rebanadas de pan con ella, añadir bacon, pollo a la parrilla, lechuga y queso parmesano rallado y, ¡voilà!, una ensalada que se transporta fácilmente.
El Sandwich de Albóndigas
Si eres afortunado y has vuelto a casa con una tartera llena de albóndigas de tu madre, siempre puedes preparar un espectacular bocadillo con las sobras y acaparar todas las miradas de tus compañeros en la oficina. Sólo cuatro albóndigas son necesarias para preparar esta maravilla, que ganará muchos más puntos si le añades un buen puñado de queso para fundir y en el último minuto lo gratinas en el microondas.
El Sandwich de Macarrones con queso
Con las sobras de pasta se pueden hacer miles de cosa (antes de comérselas, claro): una frittata, budines, la base para un guiso con carne... pero ¿y un sandwich? ¿Por qué no? La clave de este sandwich es que la pasta con la que contemos sea de formato corto y que el pan tenga cierta consistencia.
El Sandwich de Ensalada Caprese
Otra ensalada clásica reconvertida en bocadillo para llevar a cualquier parte. Tomates jugosos, mozzarella y albahaca. No puede ser más sencillo. Y más delicioso.
El Sandwich de Cocido Madrileño
En Sevilla las tapas de pringá son muy típicas, una forma estupenda de sacarle todo el partido a los restos del cocido: morcilla, chorizo, tocino, falda o pollo para untarlos en trozos de pan. De ahí a convertirlos en un sandwich incomparable hay un pequeño paso para el hombre... y uno muy grande para la historia del sandwich.
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