No hay nada más apetecible que una rica, completa y variada ensalada. Aunque ir al mercado y escoger la lechuga fresca sería la opción más recomendable, las ensaladas de bolsa nos ahorran mucho tiempo y son buenos procesados. Estos alimentos son considerados de cuarta gama y se presentan cortados, limpios, desinfectados y muy frescos. Eso sí, son productos muy frágiles y sensibles, y tienen una vi útil bastante corta. Los expertos de Directo al Paladar nos ofrecen siete consejos para que nuestras ensaladas de bolsa duren intactas más tiempo.
Elige bien el producto
Más allá de la marca o de la variedad de hojas, es recomendable revisar todas las fechas de caducidad o consumo preferente para buscar la más tardía. Además, debemos comprobar a nivel visual que la ensalada luce bien. Los expertos nos recomiendan "escoger una bolsa que no esté primera en la fila, pero tampoco al final del todo, demasiado cerca de la fuente de frío".
Eso sí, vamos a intentar no manosear demasiado, y desinfectar con gel hidroalcohólico nuestras manos o usar guantes desechables de los que tienen en la sección de frutería. Recuerda no estrujar las bolsas para no romperlas o dañarlas.
No rompas la cadena del frío
Aunque no sean carnes o pescados, es mejor no exponer estos productos a cambios bruscos de temperatura ni a tiempos prolongados fuera de la refrigeración. "Échalas al carro o cesta al final de la compra y colócalas junto a otros productos que estén fríos" leemos en Directo al Paladar. Además, no las expongas a la luz solar o fuentes de calor directas.
Consúmelas rápido
Aunque tengan una fecha de consumo generosa, es aconsejables abrirlas ese mismo día o al siguiente. Cuanto más frescas estén, menos riesgo hay de que se estén en mal estado y se deterioren rápidamente.
El tip del papel de cocina
Los expertos nos dan un buen consejo. La humedad puede aparecer incluso en la bolsa cerrada por condensación. Para evitar que esto suceda, "un truco sencillo es colocar dentro una o dos hojas de papel absorbente de cocina, incluso nada más llegar a casa, antes de consumirla".
Saca el contenido de la bolsa y guárdalo en un recipiente mejor
Además de poner en práctica el truco del papel, otro recurso es pasar la ensalada a otro recipiente que ofrezca una mejor conservación, una vez abierta la bolsa. Un táper de calidad, limpio, desinfectado y con cierre hermético ya nos puede servir, pero en Directo al Paladar recomiendan los sistemas de envasado al vacío.
Maxxo VC1800 3 contenedores profesionales para máquinas de Sous Vide, Cajas de plástico resistente, sin BPA, volumen 0.7 / 1.4 / 2 l para todos tipos de envasadoras al vacío
Consérvalas en la zona correcta de la nevera
Las ensaladas necesitan frío, pero en su medida. No coloques las bolsas en una zona demasiado interior de la nevera, pues podrían enfriarse tanto que incluso llegaran a congelarse o desarrollar escarcha.
Si puedes, colocarlas en el cajón especial de frutas y verduras dentro de un envase. Además, los profesionales recomiendan que "nada de colocarlas junto a manzanas u otros alimentos que desprendan etileno (uva, tomate, plátano, ciruelas) u olores fuertes".
Da prioridad a los vegetales más resistentes
Por último, opta por bolsos con mayor contenido de hojas más duras, gruesas y resistentes, que suelen ser de color verde más oscuro. Las espinacas y la rúcula son dos grandes alternativas. Los germinados, las flores y las lechugas más finas suelen estropearse antes.
Nota: algunos de los enlaces aquí publicados son de afiliados. A pesar de ello, ninguno de los artículos mencionados han sido propuestos ni por las marcas ni por las tiendas, siendo su introducción una decisión única del equipo de editores.
Fotografías | Unsplash
Ver todos los comentarios en https://www.trendencias.com
VER 0 Comentario