Uno de mis estilismos favoritos es tan simple como llevar una camisa blanca y unos vaqueros, me da igual que sean azules, grises o negros, lo que está claro es que este look siempre se convierte en una apuesta segura, tanto para el día a día como en las ocasiones más especiales.
Lo primero y más importante es disponer de un par de camisas en nuestro armario, como es de suponer la ropa blanca se soba con mucha facilidad, por lo que la mayoría de las veces sirve para poner solamente una vez, así que no estaría demás contar con tres o más modelos, uno de vestir para ocasiones especiales y otros dos o tres más sport para ir alternándolos entre semana.
Las camisas de vestir suelen tener un cuello mucho más rigído, por lo que es mejor reservarlas para utilizar con corbata y americana, por la contra, tenemos los modelos más comunes e informales, bien en tejido oxford (foto), algodón normal, popelín u otros tipos de material que dotan a una camisa de una mejor o peor calidad.
Veamos unos consejos acerca de qué tejido y qué características nos pueden interesar a la hora de decantarnos por una u otra.
Ahora que estamos en invierno y los días son fríos, yo os aconsejo una camisa blanca de tejido oxford, estas se caracterizan principalmente por el grosor de su algodón y por llevar botones en el cuello. Muy recomendables para poner con jerseys de cuello pico, ya que las puntas no se nos abrirán hacia fuera.
También merecen un apartado especial las camisas de dibujo, tan de tendencia esta temporada, las hay que combinan rayas gruesas y finas, otras que crean unos pequeños puntos imitando a topos y después están las lisas de siempre.
Personalmente prefiero las camisas sport con botones en el cuello, entalladas en la espalda con dos pinzas y con un pie de cuello generoso (foto), sin llegar a ser del tipo doble botonadura.
En la siguiente foto podéis apreciar cómo es el tipo de cuello utilizado para elaborar una camisa sport, también se le llama Button Down por los dos botones que tienen los picos y que hacen que no se abran hacia fuera. El pie de cuello es normal, ni excesivamente alto ni muy bajo.
Siempre que las combinemos con vaqueros, debemos tener en cuenta que los zapatos que llevemos se adapten al estilo que queremos dar, quizá unos muy de vestir u otros que lleven una suela de goma muy gruesa no sean los adecuados.
Pensemos más en unas deportivas de napa, unos botines picados (foto), o unos simples mocasines de hebilla.
Al mismo tiempo el cinturón debería de ser del mismo tono que el de nuestros zapatos, si nos decantamos por unos negros que sea en el mismo color y si por ejemplo llevamos unos botines de serraje marrones intentemos que nuestro cinturón no se sienta abandonado y forme parte del conjunto. Como he dicho antes, este es un look sencillo, limpio y muy elegante, pero llevado con el calzado inadecuado puede arruinar nuestro aspecto.
Siguiendo estos pequeños y prácticos pasos nos convertiremos en verdaderos hombres con clase y estilo, casi tanto como el que muestra Tom Ford en la foto.
Foto | Tom Ford
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