La llegada del verano significa un considerable aumento en la temperatura, y es por ello que en los próximos días tienes que estar más atento a la ingesta de líquidos que nunca, ya que los golpes de calor y la deshidratación podrían afectar seriamente tu salud, es por ello que te presentamos a continuación cinco de los más mitos más comunes acerca de una correcta hidratación para tu día a día.
La hidratación sólo consta en beber agua
Estar hidratado no sólo depende de tener cerca del computador una botella de agua. Los niveles de hidratación se basan en el sudor, tu dieta, la altura sobre el nivel del mar e incluso la humedad del ambiente. Una dieta saludable proporciona alrededor del 20 por ciento de la ingesta de líquidos diaria recomendada, para aumentarla, suma sandía, toronjas, pepino, brócoli, manzanas y uvas en tus recetas o refrigerios para aumentar tu consumo de líquidos. O si lo prefieres, prepara jugos con limón, kiwi, piñas o naranjas, diversos estudios demuestran que si los líquidos tienen sabor son más apatecibles.
Puedes estar sano sin una buena hidratación
Bueno, esto es mentira, incluso la deshidratación menor puede afectar el rendimiento físico y cognitivo, así como la salud en general (como ejemplo, esos dolores de cabeza que te achacan en la oficina). La deshidratación reduce la cantidad de líquido que circula en el torrente sanguíneo, por ello tu corazón trabaja más, se acelera y puede atraer consigo complicaciones cardíacas, además limita la capacidad de tu cuerpo para enfriarse y recuperar su temperatura normal porque la sangre de tu sistema circulatorio se vuelve más espesa
Mientras menos sal, mejor
El sodio no es malo, lo malo es consumirlo en exceso. La sal forma parte de los nutrientes esenciales para sobrevivir y tu cuerpo no puede producirlo solo. El electrolito (sí, el sodio) contribuye a alterar el volumen de la sangre y, si estás activo (realizando ejercicio, por ejemplo), eso es un problema. Mantener el volumen de sangre normal ayuda a la piel a disipar el calor, a absorber los nutrientes y a suministrar oxígeno a los músculos que estás trabajando, incluido el corazón. El sodio es el mineral que se pierde en mayor cantidad a través del sudor y de la orina, por lo que el consumo de sal es esencial para una hidratación adecuada, así que evita suprimirlo por completo de tu dieta.
Los plátanos evitan los calambres por deshidratación
Es cierto, pero no hay nada mágico acerca de los plátanos y su efecto en nuestro organismo. El potasio en los plátanos es la clave ya que, como otro electrolito, ayuda a mitigar los efectos del sodio y, con la ayuda de los riñones, lo elimina del cuerpo trabajando junto con la sal para equilibrarse entre sí y lograr una hidratación adecuada. La mayoría de las personas obtienen alrededor de la mitad de los 4.700 miligramos de potasio recomendados por día, por lo que una descompensación de potasio puede derivar en calambres y fatiga muscular.
Todo el mundo necesita ocho vasos de agua al día
Ésta también es una falsa creencia, ya que la ingesta de agua depende del peso corporal, el nivel de actividad y la temperatura del ambiente en elque nos desarrollemos, tus necesidades diarias de líquidos pueden variar desde tan poco como dos vasos hasta más de seis por día. ¿Cómo saber cuantos líquidos debes consumir? En los días en que no haces ejercicio, evalúa el color de tu orina, ésta debe de ser un color claro pero no totalmente transparente. La orina oscura a menudo refleja deshidratación por el hecho de que el organismo está desechando toxinas a través del riñón. En los días en que haces ejercicio, pésate antes y después tu rutina. Por cada libra de peso que hayas perdido, deberás beber de dos y media a tres tazas de líquido para restablecer el equilibrio de hidratación perdida.
Ahora que sabes éstos funcionales consejos, mantenerte bien hidratado será mucho más sencillo para rendir en tu día al cien por ciento.
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