¿Es cierto que con menos calorías se vive más?

Hasta ahora eso era lo que la mayor parte de la gente pensaba y no solo eso, sino que además la industria anti-aging "vendía" a sus clientes que reduciendo un 30% el consumo de calorías, el metabolismo se estresaba menos y uno podía vivir más años. Sin embargo, recientemente se ha llevado a cabo un estudio que recibe el nombre de CALERIE ("Evaluación completa de los efectos a largo plazo de la reducción de ingesta de energía") y los resultados que se han obtenido van a cambiar por completo el panorama de la nutrición anti-aging por completo: no se observan diferencias entre personas con y sin restricción calórica.

El error parece ser que viene a raíz de la producción del IGF-1 (factor de crecimiento insulínico-1), que se produce principalmente en el hígado y un estudio comparativo entre ratones y humanos. Son escasísimas las veces que ratones y seres humanos no guardan correlación en los estudios científicos, porque más o menos siempre se asemejan los patrones de comportamiento. Y aquí es donde está el error: creyeron que en ratones y humanos, la disminución calórica y la producción de IGF-1 ivab unidas. Y no es así.

Después de siete años investigando, no han encontrado diferencias en los niveles de IGF-1 entre las personas con y sin restricción calórica. Para ello pusieron en práctica el estudio CALERIE ("Evaluación completa de los efectos a largo plazo de reducción de la ingesta de energía"). Reclutaron a 48 personas y las dividieron aleatoriamente en tres grupos: 18 redujeron su consumo calórico en un 25% durante un año, otros 18 hicieron ejercicio para aumentar su gasto energético en un 25% durante otro año, mientras el tercer grupo no cambió nada de su estilo de vida.

Concluida la investigación, los científicos midieron los niveles de IGF-1 de los tres grupos y no hallaron diferencias; es decir, que los niveles de IGF-1 son prácticamente idénticos en personas sedentarias que comían normalmente que en gente que sigue un régimen estricto. ¿Entonces que hicieron? Saben que hay dos grandes factores que influyen en los niveles de IGF-1: la ingesta de calorías y las proteínas. Así que si uno no era, sería el otro. Y efectivamente así fue.

Volvieron a reclutar a un nuevo grupo, en el cual todos sus integrantes eran vegetarianos estrictos durante varios años, ya que tienden a comer menos proteínas que los miembros de la Sociedad CR, y compararon los niveles de IGF-1 de los dos grupos, observando que los vegetarianos tuvieron un descenso muy significativo de IGF-1. Los vegetarianos estrictos obtienen alrededor del 10% del total de sus calorías de las proteínas, mientras que en el grupo de "restricción calórica" entre el 23 y el 24% de las calorías provenían de proteínas.

Es por ello que la investigación ha encontrado que una dieta baja en proteínas puede proteger contra algunos tipos de cáncer, gracias a la menor producción de IGF-1. Por tanto, el resultado más importante que se arroja del estudio es que la reducción de proteínas también puede ser importante para aumentar nuestra longevidad. Es decir, que a partir de ahora, no solo debemos controlar las calorías y las grasas que ingerimos, sino, sobre todo, poner un ojo sobre las proteínas.

En Mensencia | Para dejar de comer, come bombones verdes En Mensencia | Las dietas anti-glicación te mantienen joven y sin arrugas

Ver todos los comentarios en https://www.trendencias.com

VER 0 Comentario

Portada de Trendencias