Antes después de hacer deporte, se tomaba agua y como mucho agua con azúcar para las agujetas. Hace unos cuantos años ya, aparecieron en el mercado las bebidas isotónicas. Éstas contienen azúcares y sales minerales, que se absorben rápidamente y te permite recuperarte rápidamente. Pero son solo para hacer deporte.
Se recomiendan después de una actividad física intensa (lo de un partidillo con los amigos no sirve de excusa), y en ocasiones también sirve para mejorar las dolencias gastrointestinales, ya que tiene una composición similar a los sueros reconstituyentes que venden en las farmacias.
Sin embargo, en los últimos tiempos las bebidas de este estilo han pasado a ser un clásico en las neveras de los hogares españoles y no hay bar que se precie que no las tenga en su carta de bebidas.
El que te bebas uno al día, no tiene ninguna importancia, pero si abusas más tiene sus consecuencias en tu cuerpo y en tu figura. Por ejemplo, debido a su alto índice en sales minerales haces trabajar más a tus riñones .
Por último, cada lata son 96 calorías. Vamos, que para perder lo que ganas con esta bebida tendrías por ejemplo que saltar a la cuerda durante 10 minutos intensamente. Así que amigos, si tenéis sed recurrid al agua o al zumo de tomate, que es muy sano y está muy rico.
Foto | Omnium potentior
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