Llevamos gafas de sol prácticamente todo el año pero cuando hace buen tiempo ya no salimos sin ellas. El debate hoy no es cómo elegir tus gafas de sol sino cómo llevarlas.
Es un accesorio de moda de los que dicen mucho de tu estilo y hay que cuidar los gestos que lo acompañan: cómo te pones las gafas, dónde las llevas, dónde las guardas, etc. No importa si son modernas o clásicas, sport o elegantes: las indicaciones son para quien las lleva.
Un detalle que sabemos todos pero que no nos importa saltarnos es llevar las gafas de sol sobre la cabeza, a modo de diadema. Muy cómodo, estoy de acuerdo pero no son una diadema. Si estás en una situación formal, puede ser una falta de etiqueta por tu parte: una ceremonia o una reunión, por ejemplo.
Si te quitas las gafas de sol debes llevarlas en la mano, cogidas por las patas dobladas. En el bolsillo de la chaqueta tampoco es muy acertado. Y si te molestan, simplemente guárdalas en su funda rígida que habrás llevado contigo.
Porque desde luego hay situaciones en las que hay que quitárselas por respeto a tu interlocutor. A menos que tengas mucha confianza con la persona que tienes enfrente, es de mala educación permanecer con las gafas de sol puestas.
Y de verdad, de verdad que poner cara de chico Martini llevándolas no te hace más interesante ni te van a confundir con un modelo de portada. Simplemente vas por la vida con actitud prepotente escondiendo la mirada que seguramente nada tiene que ver contigo. Los modelos ponen ese aire de suficiencia porque están posando.
Una cálida sonrisa hará más por tí que una pose falsa. Como la típica de morder una de las patas mientras pones cara de interesante. Actúa con naturalidad ¡que son sólo unas gafas!.
Foto | serhio, Randy Son Of Robert En Mensencia | Modelos míticos de gafas de sol
