Una de las ideas más importantes a la hora de confeccionar nuestro estilo de vestir es procurar que las diferentes piezas que llevamos formen un conjunto, y que dicho conjunto esté estructurado. Como idea, es genial. Además suena estupendamente. «Un conjunto estructurado», y de repente nuestra camisa y nuestros vaqueros parecen otra cosa. Pero, ¿qué significa en realidad?
No, no tenéis que coger la escuadra y el cartabón para ir de tiendas. Es mucho más sencillo, aunque ahora que lo pienso la base es igualmente geométrica.
Un conjunto se compone de líneas, líneas rectas que se entrecruzan y se cortan dando lugar a un efecto visual conjunto. Resuelva el seno y el coseno de su chaqueta. No, no, pero casi. La idea es que las piezas que llevemos sigan todas un corte similar.
Si es surfero, el tipo de línea que predominará será la curva: pantalones anchos caídos, camisas donde el hombro queda más largo que el hombro natural, estampados «redondos» (flores, espirales…). El conjunto tiene así cierta armonía, cierta estructura.
En los conjuntos de diario suele funcionar la combinación de pantalón recto, camisa (esta vez por dentro, para mi desgracia) con camiseta debajo, rebeca (abierta, a ser posible, porque cerrada suele crear efecto curvo, y ahora estamos trabajando sobre la línea recta), y una chaqueta de hombros rectos (¡nunca caídos, por dios!). Los zapatos de puntera semicuadrada van genial con este look.
Y de nuevo, la pregunta: ¿por qué tendría estructura? Pues porque las diferentes capas de que se compone le dan profundidad (una cosa dentro de otra cosa, dentro de otra cosa), y porque se juega desde el principio con un mismo tipo de idea base (línea recta, curva, colores cálidos…), y se va construyendo sobre ella.
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