No sé si a alguno de vosotros se le ha ocurrido alguna vez hacer dieta (bueno, tal vez debería preguntar por los que nunca han pensado hacerla, que seguro que sois menos) o si simplemente, cuando queréis quitaros un poco de peso después de momentos puntuales como Navidad, os cortáis con según qué alimentos para volver a vuestro peso.
Yo, y perdonad mi desconocimiento de la causa, nunca he hecho una dieta, pero, como todo el mundo, tengo madre y amigas que viven en una estricta dieta constante. A pesar de no saber muy bien cuál es el criterio que define a una buena dieta, siempre he tenido un nombre pululando por mi mente como la panacea de la pérdida de peso: la dieta Dukan.
Si antes de haberme puesto en faena recopilando información para este post me hubiese preguntado alguien acerca de mi percepción de la dieta Dukan, seguro que le habría contestado que mi subconsciente la tiene como una dieta muy efectiva a pesar de comer muchísimo. El caso es que no voy demasiado desencaminado, pero hoy quiero comprobar si de verdad es una dieta tan efectiva y segura como se vende en la calle desde hace tiempo.
Para empezar es una dieta que se divide en cuatro fases:
Fase de ataque: dura entre 3 días y una semana, según la cantidad de kilos que se quieran perder. Esta es la fase más estricta de todas. Únicamente se pueden tomar alimentos que el Dr. Dukan considera ‘proteínas puras’. Obviamente, estos alimentos no están constituidos en su totalidad por proteínas, pero sí que son fuentes indiscutibles de estos nutrientes. Al parecer, según diferentes opiniones, se recomienda utilizar algún suplemento vitamínico durante esta fase para cubrir las carencias que ofrece la alimentación hiperproteica (ya empezamos a ver lagunas). A grandes rasgos, los alimentos permitidos en esta fase son: carne de res y aves de corral (evitando el pato y la oca), carne de ternera, moluscos, mariscos y pescados (no todos están permitidos, pero hay listas en internet para comprobar cuáles se pueden tomar y cuáles no).
Fase de crucero: hay que mantenerse en esta fase hasta conseguir perder todo el peso que se desea. Además de los alimentos permitidos en la fase de ataque, añadiremos las verduras, aunque no todas ni en todas las comidas (será cuestión de ir alternando los días que se comen proteinas puras con verduras y los que se comen solas).
Fase de consolidación: esta etapa durará 10 días por cada kilo perdido hasta el momento (es decir, si has perdido 5 kilos hasta este momento deberás estar 50 días siguiendo los consejos de la etapa de consolidación). En este punto, aparece el concepto de ‘comida de gala’, que se refiere a la posibilidad de la persona de comer a su gusto dos días por semana (puedes hincharte a hamburguesas y fritos). Además, en esta fase añadiremos algunas frutas entre los alimentos permitidos. El plátano y las uvas están prohibidos.
Fase de estabilización: esta fase es la más larga del método, ya que debería alargarse durante el resto de la vida. Debe continuarse con un día a la semana de proteína pura, se recomienda el ejercicio y se aconseja beber dos litros de agua diarios.
¿Qué te parece la dureza de esta dieta? ¿Crees que respeta los principios alimenticios de una dieta saludable? ¿Consideras una buena forma de perder peso la de restringir durante periodos de tiempo alimentos tan básicos como la fruta o las verduras? ¿Es aconsejable comer mucha cantidad pero poca variedad de alimentos?
Los efectos de la dieta no parecen ser malos en cuanto al fin último de perder peso, pero deberíamos saber sopesar este beneficio con los riesgos que se asumen. El método Dukan apenas deja hueco para el pan, la pasta, el arroz, las patatas y el resto de carbohidratos. Dukan afirma que ‘sólo las proteínas son indispensables para nuestra existencia’, cosa que como futuro médico os digo que es mentira. Carne, pescado y huevos en abundancia son los pilares de esta dieta tan extremista.
Con esta dieta no sólo se pierde grasa, sino también mucha agua y masa muscular, hacemos sufrir mucho al hígado, ya que debe filtrar todos los productos tóxicos que se generan por el metabolismo de estas dosis de nutrientes tan exageradas, y se registran niveles bajos de fibra, vitaminas y minerales. Por si os sirve de algo, la Sociedad Española de Dietistas considera esta dieta ineficaz y fraudulenta. Pero entonces, ¿cómo se ha hecho tan conocida y tan demandada?
El porqué de la obsesión por bajar peso de cualquier forma no debemos buscarlo mucho más lejos de esta web y de otros medios de comunicación en los que se sobrevalora la figura escultórica y delgada masculina. El señor Dukan, más empresario que dietista, ha sabido aprovechar esta necesidad social para crear desde hace años todo un imperio de productos Dukan a su alrededor y enriquecerse a costa de la publicidad que le otorgan muchos famosos.
En general, se desaconseja cualquier dieta en la que se pierda más de medio o un kilo a la semana, ya que genera en el cuerpo un efecto contrario: al privar a nuestro organismo de alimento, cuando suspendemos la dieta, se encarga él solo de tomar con más ‘ganas’ los nutrientes que le llegan, aprovechándolos al máximo y creando reservas por si la situación fatigosa del régimen se vuelve a repetir. Vaya, un efecto rebote en toda regla.
A pesar de todo, el ser humano es muy hipócrita, y le da igual conocer todos estos aspectos si lo que quieres es adelgazar a toda costa. Yo no os voy a dar ningún consejo, porque no soy quién para hacerlo, pero he creido conveniente contar estas cosas para quien esté pensando en adelgazar ahora que estamos en plena ‘operación bikini’. Hazlo bien.
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