'La moda es actitud, no un precio de venta' es la frase en la camiseta con la que Jeremy Scott cerró en una ocasión uno de sus desfiles para Moschino en la semana de la moda de Milán, palabras poderosas que, hoy en día, parecen haber quedado atrás para darle paso a la exuberancia de los ceros en las etiquetas de las piezas de las más grandes casas de moda hoy en día, sin embargo, cuando hablamos del verdadero lujo, es la firma Stefano Ricci la que nos da cátedra de la calidad y diseño de sus piezas, ya que, la marca considerada como una de las más caras para el sector de la moda masculina en el mundo, llegará pronto a la capital española.
Fundada por el propio Stefano Ricci y su esposa Claudia, la marca nace en 1972 adoptando el puro estilo del Made in Italy, haciendo que la marca se convirtiera rápidamente en un referente de la artesanía y calidad a la italiana prestando gran atención a los detalles, comenzando por las corbatas (a las que dio gran protagonismo) camisas y marroquinería, que fueron un gran triunfo en las distintas ediciones durante los años sesenta en el Pitti Uomo.
Evolucionando su estilo junto con las décadas, en 1990 Stefano Ricci amplió gradualmente la colección de hombres para incluir chaquetas, trajes, prendas de punto, ropa deportiva y calzado.
Desarrolló también una línea exclusiva de artículos de cuero y, de acuerdo con la tradición joyera consagrada de Florencia, creó una colección de gemelos y exquisitas hebillas de cinturón con oro, platino, diamantes, zafiros y otras piedras preciosas.
Incursionando también en el universo de la perfumería, lo más destacado de sus creaciones son, sin duda, la atención a los materiales con los que confecciona sus piezas, y es que en su tienda en línea, nos encontramos con una chaqueta de ante con un fabuloso detalle de bordados a un precio de 6,300 euros, una gorra de béisbol de piel de cocodrilo de 1,900 euros y, como parte de los complementos de menor precio de la marca, unos naipes o una libreta forrada en cuero por 150 euros cada uno.
La noticia de una nueva sociedad mercantil de Stefano Ricci en España abre la posibilidad de volver a mirar a la formalidad del traje como una opción para volver al código de vestimenta del trabajo que imperaba antes de la pandemia, eso sí: ahora con un toque de sprezzatura a la italiana.
Imágenes | Stefano Ricci
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