"En este momento me pregunto, ¿debería perforarme el pezón o no?"
Bajo esta pregunta Chiara Ferragni incendiaba las redes sociales con su traspaso de lo profesional a lo personal en un nanosegundo. Sus seguidores -así como los detractores- se preguntaban qué le está pasando a esta chica de ojos azules y pelo Pantene desde hace unos meses. Quizás el supuesto fin de su relación con Andrew Arthur le ha desbaratado la cabeza, pero lo cierto es que desde hace unas semanas muestra imágenes sugerentes, subidas de tono y con frases que incitan a pensar que hay un mensaje escondido entre línea y línea.
Viven en una burbuja paralela a la realidad que no les hace ver las cosas con perspectiva
Las redes sociales son peligrosas y uno no ve las consecuencias hasta que no se encuentra de cara con el problema. Te hacen estar en un limbo constante con los buenos adejtivos y las buenas palabras que te hacen creer y vivir una realidad que quizás no existe. Eres perfecta, eres maravillosa, ¡qué guapa!, menudo estilo... Estos son algunos de los piropos que reciben como Chiara miles de personas a diario. Pero lo cierto es que no se deberían tomar a pie de la letra y pensar que una (o uno) es invencible: la gente acaba convirtiéndose en un producto gracias a la fama y como tal, hoy pueden encontrarse en lo más alto y mañana caer en lo más bajo. Se debe andar con pies de plomo si uno no quiere terminar escaldado, así como tener las ideas claras y seguir una línea editorial. Estatutos que parecían ser brillantes en lo que respecta a la compañía de Chiara, TBS Crew, pero que desde hace unas semanas parece que se han olvidado y deja atónitos a todos con cada uno de sus movimientos.
Cuando se muestra más de la cuenta
Distinguir lo profesional de lo personal, he aquí la clave de todo que ha hecho que muchas pierdan el oremus
El afán de ganar más y más popularidad, las ganas de comerse el mundo o la necesidad de tener que subir la palestra sea como sea -ya sabes que hablen de ti bien o mal, pero al menos que hablen-, podrían ser algunos de los factores que hacen que uno cruce una línea invisible entre el bien y el mal. Este tipo de personas que sin querer queriendo se han convertido a sí mismos en un producto, deberían vigilar con lupa cada uno de los movimientos. ¿La razón? Aunque parezca que no, las firmas están al quite de todo y hoy pueden apostar por ti mientras que mañana podrían dejar de contratarte por culpa de una imagen indebida. Aunque este método no es nada nuevo, desde hace algunos años han ido saliendo a la prensa miles de historias de personas que han perdido su trabajo gracias a sus publicaciones en Facebook según qué imágenes mostraban en su página personal.
El alcohol, el gran y eterno enemigo
"Debería existir una app tipo alcoholímetro que no te dejará abrir las redes sociales con según qué tasa de alcohol en sangre."
Tengo una amiga que es un genio -todas ellas lo son en su campo-, y así me lo demuestra cada vez que alguna de sus disparatadas ideas sale a la luz. Y es que si lo pensamos bien, son muchas (y muchos) los que podrían usarla. El alcohol es el gran enemigo de estas redes que te exponen a diario ante el mundo entero. Hace unos días vimos como a Chiara -es el mejor ejemplo para poder explicar este fenómeno- se le subía la fiebre del sábado noche a la cabeza y publicaba fotos sugerentes en su cuenta de Snapchat con una misteriosa persona. ¿Y cómo quién es él...? (Perales siempre acompaña en estos momentos de incertidumbre).
Este brebaje que se puede presentar con distintos disfraces (desde una inocente copa de vino a un peligroso chupito de Jägermeister) nos hace tener una nueva perspectiva que no se ajusta para nada a la realidad. Con estas premisas, Sergi Pedrero la liaba parda hace unas semanas en Snapchat y Periscope posteando desde Nueva York, y mostrando su affair con un guapo camarero de la Gran Manzana. Como era de esperar, cuando afloró la resaca los vídeos desaparecieron como por arte de magia.
Periscope, un nuevo peligro exponencial
Peris...who?! Periscope es la última app del que todo el mundo habla aunque solo el público más juvenil controla -por el momento-. Una especie de Snapchat que viene impulsado por Twitter y que se diferencia al conectarse a tiempo real con tus seguidores. El funcionamiento es parecido: cuelgas un vídeo y todos aquellos que te siguen reciben un aviso de la conexión. Más tarde, uno puede configurar para que éste quede disponible a modo de repetición o no. Así se intenta paliar la censura que existe en algunas de las RSS (todos sabemos la polémica con el famoso #freethenipple de Instagram que censuró todas aquellas imágenes que mostraban más de la cuenta). Pero es un arma de doble filo y pronto algún que otro colectivo ha aprovechado para publicar contenido pornográfico y hasta un asesinato. ¿Dónde está el límite? ¿El poder de la fama nos hace perder la cordura y la visión de las cosas?
Parece que las redes sociales son tan solo un escenario donde tú eres el actor principal y decides qué tipo de función quieres mostrar. ¿Harás un lleno total...?
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](https://www.instagram.com/accounts/login/?next=https%3A%2F%2Fwww.instagram.com%2Ftrendencias%2F)
Fotos | Instagram @chiaraferragni, @carolinevreeland, Twitter @SergiPedrero
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