De cómo la Generación Z no lee libros y sí poesía: una conversación con la autora de 'Instapoetry' Valentina Romanetti

De una forma u otra, la poesía de Instagram está revitalizando el género. En paralelo a los microrrelatos, esas muestras de literatura en pequeñas dosis que viven un boom en la plataforma, el verso ha resurgido en este espacio virtual.

La red social ha creado, sin querer, una nueva forma de hacer poesía atrayendo a una nueva audiencia: las generaciones más jóvenes, quienes están leyendo poesía a niveles muy locos. Estableciendo un molde nuevo para un medio nuevo y reclamando una voz propia.

Es un tema controvertido para la comunidad literaria, algunos piden que se diferencie de otras formas tradicionales de poesía y de alguna manera podría hacerlo visto que, a consecuencia de su inmediatez, su estructura presenta características propias entre las que destacan versos libres, líneas cortas y lenguaje informal.

Pero sea considerada como diferente o no, una cosa está clara, esta forma de arte le ha venido muy bien al género. Tiene un notable número de admiradores y ha cosechado grandes éxitos también en su trasvase al papel. Basta recordar como un recién iniciado Defreds vendió 49.000 ejemplares con su poemario y según los datos correspondientes a las ventas en papel y ebook, estos poetas venden más que Dragó o Etxebarría. Desde entonces, los libros recopilatorios de poesía de autores salidos de Instagram no han parado de crecer.

Charlamos con una de las autoras más jóvenes, Valentina Romanetti, pseudónimo de Alba Pariente Bueno, acerca de esta revolución de la poesía que ha supuesto la aparición de Instagram y el fenómeno súper ventas.

Para ella, la transicion al papel viene motivada por "la necesidad de sentir los poemas".  Nos explica que escribe con el móvil porque "es lo más rápido" y es dónde tiene la mayoría de sus poemas guardados, pero siente la necesidad de pasarlos a papel. De ahí los libros.

Este es su segundo poemario. El primero, 'Vorágine' (9,20 euros), fue para ella como una salida al mundo. Decidió autopublicarse y, nos cuenta, llegó a ser de los más vendidos.

'Antes de que nuestros corazones se incendien' (15,10 euros), su segundo libro, es, en sus propias palabras, "un grito de sentimientos que nacen de manera incendiaria". Empezaría firmando tras un pseudónimo por temor a mostrar sus sentimientos, pero tiene claro que "hay que sentir todo, de manera desenfrenada".  Sus versos, más allá del amor, hablan de lo que le hace sentir a ella, que no es poco, y tratan cuestiones como el feminismo.

Por eso mismo, cuando mencionamos la posibilidad de que la 'instapoesía' atienda a una pornografía emocional o forzamiento de los sentimientos, comienza mostrandose reacia. En principio, confiesa, "cuando alguien se pone a escribir algo es porque necesita contar algo, algo ha hecho que se prenda ese incendio", y aunque asegura que eso es lo que le pasó a ella y a sus amigos escritores, sí que admite que siente que "mucha gente ha intentado subirse al carro y buscar lo que funciona, buscar likes". Pero se sitúa fuera de esta corriente, "yo intento salirme un poco de eso, suelo hacer muchas cosas en días al azar".  Nos explica que, incluso, a veces ni siquiera se para a pensar si los versos que va a subir en su fotografía los ha subido ya anteriormente. "Los tengo todos almacenados y los voy subiendo segun me salen".

Es consciente de la diferencia de su lírica a nivel formato, "es una poesía libre de métrica, por lo que no esta muy aceptada a nivel académico", pero subraya que "el gran triunfo de la poesía actual es conseguir que gente que no lee absolutamente nada, lea un libro".

Desde nuestro punto de vista, no cabe duda de que la poesía de Instagram es un punto de partida para aquellos interesados ​​en leer o escribir poesía. Es una lírica que tiene la capacidad de evocar sentimientos más fácilmente debido a su lenguaje accesible. Y a pesar de su ausencia de revisión y modus operandi más 'bruto', resulta idónea para introducir en el género a las personas, pues comienzar a leer algo que las identifica.

A pesar de eso, cuando le preguntamos a Alba acerca de la posibilidad de amar el género sin conocer la poesía de otro tiempo, simplemente a golpe de Instagram, declara creer que "también hay que leer, hay que ir mas allá y conocer de donde viene" y señala como referentes clásicos a Ángel Gonzalez y Lord Byron. Mario Benedetti (a quién hace un guiño con su nombre ficticio), Elvira Sastre y Diego Bergasa de @tucuerpoenverso (quién, casualmente, es su pareja) serían sus referentes más actuales. No obstante, también considera las letras de raperos como Beret y Rayden y cantantes como Joaquín Sabina suceptibles de ser consideradas poesía. Así siente la poesía esta creadora 2.0.

Fotos @valentinaromanetti