Cuando voy a las presentaciones o eventos que organizan las grandes firmas para dar a conocer sus novedades, en ocasiones huyo del catering. Un zumo de naranja o como máximo un buen vino blanco frío me bastan para no caer en la tentación de los aburridos canapés y tartaletas que se repiten una y otra vez en todos los eventos.
Pero con beChic hago una tremenda excepción. La primera vez que coincidí con Silvia Brandão y su equipo, fue en un evento de la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada. Y mi estómago y mi paladar se enamoraron de su servicio de catering al instante.
Ahí me di cuenta de la importancia que cobra un buen servicio de catering en un evento de nivel. No es un simple servicio de canapés, sino un servicio de buena comida, decoración integrada con el entorno y música. Un entorno de relax que emerge en el ajetreo de las presentaciones, ideal para picar algo sano y sin llenarse, y para establecer contactos y charlar distendidamente.
El cerebro de beChic
beChic surgió de una idea común desarrollada por Silvia Brandão y Amado García. beChic no es sólo catering sino que es un concepto que aúna buena comida, decoración floral y ambientación musical en perfecta simbiosis con el evento al que sirven.
Brandão es una hostelera brasileña, formada den Suiza y Estados Unidos. Ha trabajado en grandes hoteles internacionales y en el Cordon Blue de París, donde aprendió a hacer estupendos postres (soy fan de sus copitas de triple chocolate y frutas). Además de sus conocimientos hosteleros, Silvia es una fantástica relaciones públicas, siempre atenta a las sugerencias de sus clientes.
García es el socio de Silvia. Su trayectoria en los fogones de los mejores hoteles europeos le avala. Aúna tradición y vanguardia en sus platos.
Entre sus clientes tiene a las mejores firmas de Consultoría, Agencias de Comunicación, Hoteles, Tecnología, Moda y Belleza
Comida, flores, música, servicio
Gnocchis, ensaladas de brotes, revueltitos de setas, tablas de múltiples quesos, brochetas de todo tipo, tartaletas innovadoras, postres exquisitos… La oferta es muy amplia. La presentación es inmejorable. Todo con el tamaño adecuado para que no sea un problema comerlo de pie y a una mano. Todo con su plato, cuenco, cuchara o pincho mimando hasta el último detalle.
Nada se queda frío, caliente o seco, porque su equipo humano está siempre pendiente de que todo esté en su punto. Una de mis debilidades en este catering son los zumos de sandía y de melón, refrescantes y exquisitos.
Las vajillas, la decoración floral y la ambientación musical varían de un evento a otro, y también sus platos, lo cual es muy de agradecer. El trato de su equipo humano es exquisito, discreto y siempre atento.
Me encanta que haya servicios como este que eleven el catering a un status mucho más elevado que el que realizan sus competidores. La personalización y el trabajo buscando una atmósfera global en perfecta conjunción con el cliente son sus cartas ganadoras.
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