Boda Real de ensueño... Sultanato de Brunei

Aunque este fin de semana también hemos tenido bodas de postín en España, la ceremonia a la que nos referimos en la celebrada en Brunei, el sultanato más famoso del mundo por su riqueza y los fastos salidos de una historia de "Las mil y una noches".

El boato oriental siempre despierta la fantasía de quienes desde niños leíamos cuentos de princesas orientales que vivían en maravillosos palacios de diamantes, tiendas hechas del día, kioscos de malaquita, rebaños de elefantes y grandes mantos de tisú (Rubén Darío dixit).

Y una gentil princesita, quinta de los hijos del sultán de Brunei, uno de los hombres más ricos de Asia, se casó entre la alegría de su pueblo. En el Sultanato, la sanidad y la educación son completamente gratuitas, sus habitantes no pagan impuestos y hay grandes subsidios para comprar arroz, producto básico de las despensas familiares.

Con este soberano tan generoso, normal que el pequeño pueblo, de apenas 350.000 habitantes se echara a la calle a celebrar la boda real. Una semana de celebraciones que culminaron con la ceremonia suntuosa llevada a cabo en el palacio real (que tiene unas 1.700 habitaciones)

La princesa Hajah Hafizah Sururul Bolkiah y Pengiran Haji Muhamad Ruzaini, se unieron oficialmente el jueves con la firma del contrato de matrimonio.

La novia, que llevaba un vestido de color crema con incrustaciones de cristales y bordado con hilos de plata, entró en la sala del trono acompañada por 16 guardias con las lanzas y los escudos oficiales.Pengiran se unió a ella vestido con un conjunto de oro y brocados.

Entre los invitados figuraban la primera ministra tailandesa, Yingluck Shinawatra, el presidente de Filipinas, Benigno Aquino, y el primer ministro camboyano, Hun Sen.

El sultán, Hassanal Bolkiah, tomó la mano del esposo y la colocó en la frente de su hija, en un gesto que simboliza la bendición y el cariño en la cultura del sultanato. Como exige la tradición del pequeño sultanato, se deseó a la pareja un matrimonio fértil, colocando flores de cristal, con un huevo colgado en cada rama.

La ceremonia religiosa duró unos veinte minutos, tras lo cual, la joven pareja saludó al sultán y a los miembros de la familia real. Posteriormente tuvo lugar un banquete de Estado.

Toda esta pompa y suntuosidad resulta rara en este pequeño Estado, conocido por su tranquilidad y la ausencia de vida nocturna, donde está prohibido el alcohol.

Brunei está situado en el norte de la isla de Borneo y debe su importancia a su riqueza en hidrocarburos.

Y la princesa de Brunei y el apuesto político se casaron fueron felices y comieron perdices...

Imágenes | El Confidencial En Embelezzia | Bodas de lujo

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