El Castillo de Santa Florentina en la localidad barcelonesa de Canet de Mar fue reformada definitivamente a finales del siglo XIX transformando la fortaleza en un castillo donde vivir cómodamente. El lujo de vivir en un lugar que se remonta a la época de los romanos.
Esta parte de la Costa del Maresme se encuentra cerca de Barcelona y Girona a la vez. Cerca de la playa, de la montaña, de dos aeropuertos y de la frontera con Francia. Hoy día está habitado y es el exclusivo escenario del Festival de Música Clàssica Castell de Santa Florentina desde 1999. En verano, en muchas localidades de la zona se organizan fantásticos festivales de música clásica como el de Sant Feliu de Guíxols, Cadaqués o Castell de Peralada.
Las fotos del interior del castillo hablan por sí solas: espectaculares habitaciones totalmente reformadas. Uno de los antiguos dueños, Ramón de Montaner, encargó a su sobrino, el arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner, la reforma más importante. La mezcla de estilo medieval, modernista y neogótico lo convierte en una mansión única.
La vivienda cuenta con dos pisos en la casa principal más cuatro niveles en la zona de las torres. La fabulosa chimenea de piedra de la foto superior preside el salón de la planta noble donde se encuentra también un comedor.
Quien decidiese pintar las paredes de este dormitorio en color rosa púrpura hay que aplaudirle. El contraste de color con la piedra blanca y el techo de madera tallada es espectacular. El castillo cuenta con 15 habitaciones y 8 baños. La superficie construída es de 3.000 metros cuadrados sobre un terreno de casi 200.000 metros cuadrados.
Este es el patio de armas, que cuenta con caballerizas, y la majestuosa escalera lleva a la entrada principal. Cerca de esta entrada se sitúa una capilla privada (no se aprecia en la foto) donde se conserva una vidriera, dicen que espectacular. Creo que todavía se puede alquilar el lugar para organizar una boda de lujo.
Como otras habitaciones interesantes: un despacho-estudio situado en una de las torres (ahí me instalaría para publicar mis posts en Embelezzia) y una bodega con arcos ojivales. Existe una casa independiente para los caseros, con cuatro dormitorios y dos baños.
Cada rincón se me antoja más interesante, entre obras de arte, mobiliario antiguo, lámparas espectaculares y otras antigüedades. Seguro que nuestra experta en arte, Julia Vidal, nos podría hacer de guía en esta casa-castillo de lujo como existen pocas. Y tras la visita, un chapuzón en la piscina exterior.
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