A veces apetece viajar a destinos lejanos y exóticos y otras veces solamente quieres descansar cerca de casa. El turismo rural, potenciado como nunca en la actualidad, tiene el encanto del contacto con la naturaleza. Existen también casa rurales de lujo y he encontrado una en Arbúcies, Girona.
Las construcciones rurales me gustan muchísimo: la piedra y la madera, las paredes de obra vista y las vigas de madera en el techo. La calidez ruda que transmiten las estancias de una casa rural no se puede simular: hay que ir al campo y vivir la sensación.
En este caso, a la montaña puesto que esta magnífica casa de 280 metros cuadrados está cerca del Parque Natural del Montseny . La foto principal te muestra cómo es la piscina y cómo luce de noche. Se construyó en 1769 y está totalmente renovada. Cuenta con 3 habitaciones dobles y dos individuales.
En uno de los tres baños completos hay una bañera de hidromasaje y otro tiene baño de vapor. Una delícia poder sumergirse en ellos tras una larga excursión. En invierno, la chimenea y un buen libro pueden ser una buena compañía. El salón tiene el mismo estilo decorativo mediterráneo que el resto de la casa.
De día, hay que disfrutar del aire puro. El mejor lugar es la terraza (foto superior) la cual tiene vistas panorámicas. Rodeada de vegetación, la casa está situada en un lugar desde donde se puede ir a la playa en media hora de coche. Una suerte poder contar con el cercano Aeropuerto de Girona.
La piedra vista que enmarca la ventana es típico de la zona y un pecado si estuviera recubierta. El estilo depurado de la simple piedra, paredes claras y muebles rústicos de madera ayudan a sentirse de vuelta a lo esencial. Las casas rurales te renuevan la energía al mismo tiempo que calman el espíritu inquieto. ¡Eso es lo que necesito!
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