La maison Chanel ha comprado la marroquinería Bodin-Joyeux en Levrous, Francia, en un intento por asegurar que la calidad de sus pieles sontinuará siendo extraordinaria en un futuro. Ya hemos visto en alguna otra ocasión, como Loro Piana y Ermenegildo Zegna, que a las grandes firmas les gusta controlar la producción desde el origen, asegurando la excepcionalidad de sus materias primas.
Bodin-Joyeux, es la primera firma de curtidos que compra la casa francesa. La empresa, que cuenta con una plantilla de un centenar de personas, tiene su sede central en el centro de Francia y lleva trabajando con Chanel más de tres décadas.
Establecida en 1860, la marroquinería está especializada en peletería (el proceso por el cual la piel se elimina de las pieles previamente bronceado), pergaminos (su negocio original) y color. A pesar de sus nuevos propietarios, la curtiduría no funcionará exclusivamente para Chanel y conservará todos sus clientes, para lo cual produce actualmente 450.000 pieles al año.
Chanel, propiedad de la familia Wertheimer, también es propietaria de Scottish cachemira responsables Barrie Punto, bordadores Lesage de alta costura y cultivadores de plantas para perfume Chanel No. 5. Kering, propietario de Gucci, Hermes y LVMH también han estado comprando curtiembres, en un esfuerzo para controlar mejor su cadena de suministro. Recientemente, LVMH y Hermes incluso compraron granjas de cocodrilos.
Además de Bodin-Joyeux, Chanel ha adquirido otros proveedores como los especialistas en bordados Lanel y Montex, el fabricante de calzado Massaro, el taller de orfebrería Goosens, el de sombreros Maison Michel, los ateliers especializados en tratamiento de plumas y flores, Maison Lemarié y Maison Guillet, entre otros.
Es cierto que la calidad y magnificiencia de las pieles que la maison Chanel la han convertido, junto al diseño, por supuesto, en uno de los grandes referentes de pieles excepcionales y el nuevo lujo pasa por no rebajar ni un gramo de artesanía y calidad. El arte de trabajar las pieles es fundamental y Bodin-Joyeux ha demostrado que son expertos en tratar las piezas con mimo y convertirlas en lo que son.
Todo para asegurar que la firma se mantendrá siempre dentro del lujo que buscan sus clientes, en cuanto a las pieles de Chanel, Bodin- Joyeux es una garantía.
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