Esta mañana, gris y brillante por momentos, he acudido a una cita de lujo con un diseñador de joyas, dibujante, artista, un hombre ilustrado del siglo XXI que presentaba una colección de joyas alucinantes en la Milla de Oro madrileña, en la calle Claudio Coello.
Joaquín Berao presentaba su colección Deseo en una de las tres tiendas que tiene en España, la de Madrid. Valencia, Barcelona, Milán, Tokio y Kobe son las ciudades privilegiadas que acogen sus diseños, ya sea en joyería o en escultura en bronce.
Plata, oro amarillo, oro blanco, diamantes, rubíes, son los protagonista de una colección en la que estuvo trabajando durante un año, y que tras dos meses en talleres, ve la luz. Collares, anillos, brazaletes, con inspiración animal (libélulas y mariposas), y la presencia de perlas, un acierto.
Esta colección de joyas que tiene como protagonistas los elementos negros, desde diamantes, hasta en alianzas, pasando por los brazaletes con rodio, tiene un nuevo elemento que ha vuelto para quedarse, si es que alguna vez se fue, como son las perlas, y japonesas, perfectas se miren como se miren, con algunas australianas, sin mácula.
Sin duda, una de las piezas estrella es el brazalete de oro amarillo y rodio negro, un joyón en toda regla, pero ligero y sin que lo parezca. Si aún no tienes regalo para el Día de la Madre... ya sabes, desde 4.950 euros, el brazalete es tuyo.
Eso sí, si pudiera, y como bien ha apuntado una compañera periodista, los anillos de diamantes con perla son perfectos para una pedida, y lucen perfectos, que lo he probado. Sí, los véis en la imagen, alucinantes. Muy ligeros, y con dos posiciones para poner, perla más arriba, o más abajo dando la vuelta.
Toda la joyería de Claudio Coello tenía expuesta la colección Deseo, además de las clásicas joyas de Berao, que se han re-editado al gusto de cada cliente. Pudes cambiar el oro blanco por el amarillo, la plata en oro... una perla por varios diamantes...
El toque del siglo XXI lo pone Berao en las disciplinas varias que toca, desde esculturas con un aire al escultor Brancusi, cuya obra Madame Pogany parece ser la inspiración para el resto de la colección, sobre todo sus dibujos en dos colores, expuestos en la joyería, y las piezas en cobre, con aires casi de máscaras tribales.
Os dejo la colección Deseo en la Galería, un verdadero placer observarla de cerca. Discreta, pero con una sola pieza, te das cuenta de lo que desprende. Si podéis, fijaros en el collar de oro blanco, con diamantes negros y una perla, alucinante... y el anillo de oro blanco y diamantes, parecido al brazalete que tiene en sus manos Joaquín Berao durante nuestra cita.
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