Hay obras que pueden alargarse años y años como, por ejemplo, las de Plaza de España de Madrid o la remodelación del metro de Gran Vía. Sin embargo, otras solo necesitan de unas horas para estar ready. Es el caso de la nueva tienda de Dior en Dubái, que se ha imprimido en 3D y montado en solo cinco días. Vamos, lo que vienen siendo 120 horas. Y es una auténtica pasada que contradice el dicho aquel de que las prisas no son buenas.
Situada a escasos metros del mar en Jumeirah, la playa más famosa de Dubái y zona residencial predilecta de los extranjeros que viven en la ciudad, las instalaciones de esta concept store la forman dos módulos cilíndricos fabricados con arcilla, arena y fibras naturales no procesadas. Además, para su construcción se ha empleado un sistema de impresión que genera la mínima cantidad de deshecho y que tiene un impacto ecológico reducido en comparación con las impresoras 3D de hormigón.
En el exterior, la fachada reproduce el icónico cannage de Dior. Un relieve pespunteado que podemos encontrar desde en su marroquinería hasta en las sombras de ojos de sus paletas de maquillaje. El cannage es la rejilla de mimbre del asiento de las sillas inspiradas en la moda británica del siglo XVIII. Este estilo se puso de moda al ser importado por la compañía de Indias.
A Christian Dior le encantaban y las utilizó para decorar su propia casa de campo. Es más, serían estas mismas sillas con asiento cannage las que colocaría como asientos reservados para personalidades y clientas VIP en las presentaciones de Alta costura en la Avenue Montaigne de París en 1947. John Galliano recuperó después ese motivo decorativo y es el que vemos tanto en la marroquinería y en productos de maquillaje de la Maison.
En el interior, por otro lado, destaca el estampado Toile de Jouy, un código atemporal muy apreciado también por Christian Dior, que la firma reinventa sin cesar y que puede encontrarse hoy en creaciones de Dior Maison que van desde menaje para el hogar, hasta cojines y libretas, en homenaje al diseñador fundador.
El resto del espacio, que tiene un total de 80 metros cuadrados e incluye una zona chill out al aire libre con mesas, tumbonas y sofás, está decorado con muebles blancos y de tonos neutros como la madera. Teniendo en cuenta todo esto, no es de extrañar que la ultramoderna Dubái, ciudad más rica del mundo, sea la casa de esta pop store que mezcla en uno lujo, naturaleza y futurismo.
Fotos | Mohamed Somji para Dior
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