¿Os suenan los caramelos de violeta? son típicos de Toulouse, aunque también se pueden encontrar en algunas regiones de la península, se hacen con pétalos frescos de violetas y azúcar.
Pues bien, Amorino con la misma idea va un poco más allá, y saca una gama de golosinas hechas con flores naturales, frutas o plantas aromáticas.
El proceso es parecido, los pétalos y flores se cristalizan en azúcar, convirtiéndolos en "sabrosas joyas" de colores intensos y aroma muy agradable.
La empresa nos propone degustarlas como aperitivo pero también muchas otras posibilidades, como la de utilizarlas para darles un toque aromático y de color a nuestros platos o la de usarlas para preparar bebidas dándoles un toque afrutado por ejemplo a nuestros vinos blancos.
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