Es un reloj de lujo, es una joya exclusiva y femenina. El modelo Diamond Flower de la firma relojera Perrelet es uno de los más bellos del panorama relojero de lujo. Para el próximo San Valentín han lanzado una Edición Prestigio que enamora.
Hemos hablado mucho de este galardonado modelo por su belleza y por las múltiples aunque limitadas ediciones que lanza Perrelet, superándose en diseño en cada ocasión. Para este 14 de febrero, tres nuevos modelos con Doble Rotor y engaste de piedras preciosas.
En esta foto podéis ver el detalle de las asas engastado de diamantes o rubíes, según el modelo. Cada uno de ellos tiene su propia personalidad y va dedicado a estilos distintos de mujeres que aprecian un reloj-joya como éste. Observémoslos un instante.
El modelo A7005 de la foto principal tiene el color más estereotipado par el Día de los Enamorados: el rojo. La pasión la transmiten los rubíes engastados en el bisel y el pavé de las asas, combinación única con oro blanco (no lo veo con otro oro). Nada menos que 237 rubíes que, junto a los 519 brillantes VS1 del pavé de la esfera, suman un total de 3,83 kilates. El brazalete, como en los demás modelos, está realizado en piel de cocodrilo.
Sigo prefiriendo el modelo blanco editado en otoño 2008 (¡Suspirooo!) pero el que vemos en la foto superior también es precioso, en todos los sentidos del adjetivo.
Existen algunas diferencias de diseño que lo hacen único a su vez (modelo A7007). Los diamantes del bisel son talla baguette (rectangulares), contrastando con los diamantes de la esfera y las asas. El conjunto lo convierte en un Diamond Flower de las nieves. Muy puro y angelical. La esfera del modelo del 2008 es de nácar, un brillo satinado que le da un acabado que me fascina.
En cuanto al modelo A7002, el color burdeos del nácar de la esfera le confiere sobriedad y seriedad. Las seis hojas de la preciosa flor de loto y las agujas destacan más por el contraste. Está realizado en oro rosa y el total de diamantes VS1 que forman los pavé del bisel, las asas y la caja suman 593 (3.41 kilates). Espero que los de Perrelet no me odien si afirmo que incluso un hombre podría llevar este modelo burdeos.
Es un reloj-joya que nació para triunfar y seducir. Una combinación maestra en el punto justo de decoración en piedras preciosas sin abusar de ellas. Ver pasar el tiempo observando cómo recorren la esfera los distintos pétalos debe ser una sensación casi espiritual.
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