El titular de este post refleja las palabras de Robert Polet, presidente de Gucci. El fin de la era del lujo accesible no sólo ha sido constatado por Polet, sino por otros grandes del sector como Kart Lagerfeld o Michael Burke, presidente de Fendi.
Todos ellos piensan que la crisis actual ha puesto fin a dos décadas en las que se había producido una gran democratización de la moda. Dos décadas de esplendor que se acaban y que traerán consigo una reestructuración: los niveles de consumo descienden, por lo que habrá menos empresas pero más fuertes.
Se acabará también con la diversificación de las marcas de lujo, ya no se tenderá a alcanzar a todo el público, sino que se volverán hacia los valores más arraigados de exclusividad, calidad, diseño y trato al cliente.
Esta tendencia se ve muy bien reflejada en la situación actual de Estados Unidos. El mercado de la moda está saturado, demasiadas tiendas, demasiadas marcas que perjudican al sector del lujo y lo hacen menos deseable y atractivo.
Esta regresión, forzada o no pretende contentar a los consumidores del mercado del lujo, mucho mejor informados gracias a Internet. Las marcas ya no se venden per se, y por eso las grandes firmas han decidido recular y centrarse en una de sus características originarias para poder subsistir: la exclusividad.
Vía | Icex En Embelezzia | Francia apoya el lujo y la moda con un banco, Desciende un 21% el número de ricos españoles, Caen los precios de los hoteles de lujo de Madrid
