El prestigioso hotel Negresco en la Promenade des Anglais en la Baie des Anges en Niza(Francia), es más que un hotel, es un símbolo de una clase de vida y una sociedad moderna que comenzó tras la Gran Guerra. Lleva el nombre de Henri Negresco quien inauguró el suntuoso hotel, obra de Edouard-Jean Niermans, construido en 1912. De acuerdo con las convenciones de la época, cuando el Negresco fue inaugurado en 1913 su frente se abrió hacia el mar Mediterráneo.
Henri Negresco, nació en Bucarest (Rumania) y se puede decir que el oficio corría por sus venas, ya que su padre era el propietario de una posada. Con 15 años, viaja primero a París y luego a la Costa Azul donde comienza su fulgurante carrera que coronó con el Gran Hotel Negresco.
Como director del Casino Municipal de Niza, tuvo la idea de construir un suntuoso hotel de calidad que atrajera a la alta sociedad. Después de arreglar el tema de la financiación, que contrató el gran arquitecto del "Café Society" Édouard-Jean Niermans para diseñar el hotel, y quien fue el artífice de su icónica cúpula color de rosa. Míticos son los detalles del lujo y la suntuosidad del famoso hotel: Las impresionantes colchas de visón en las suites o la espectacular araña de cristal de Baccarat en el Salón Real del Negresco que conquistó al zar Nicolás II , quien decidió comprarla para su palacio aunque debido a la Revolución de Octubre, no pudo recibir la entrega.
Mil y una anécdotas y leyendas rodean al Hotel Negresco en estos cien años, como que la gran ventana de la sala Royal, catalogado como Monumento Histórico, es la obra de Gustave Eiffel . Eiffel nunca trabajó en el Negresco.
A partir del 8 de enero comenzarán los fastos previstos para celebrar su aniversario. Hasta el final del año, los famosos restaurantes del hotel, La Rotonde y Le Chantecler, están poniendo en marcha un especial menú de 100 años de aniversario.
Una cosecha de espumoso (que en Francia equivale a un Champagne muy especial)de 100 años de edad, va a servirse, entre una selección de vinos exclusivos que también incluye un Armagnac de 100 años de antigüedad, en estos clásicos templos gastronómicos en un Hotel de película.
No está mal pensado ir a festejar el Año Nuevo al Hotel Negresco, aunque sea después de Reyes.
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