A la hora de decorarar una habitación, siempre tenemos varias opciones para elegir. Comienzo con la manera más tradicional posible, con estampados franceses y colores básicos.
El azul, el burdeos, el verde oliva, beige, gris... toda una línea de tonos que respiran clasicismo para conseguir personalizar una habitación a la manera que más te guste. Quizá puedas pensar que todo junto es un poco recargado, cortinas, cojines, colchas...
Sí, es cierto, pero estamos en una Casa de Lujo, y el espacio te permitirá compaginar todos estos elementos con espejos de anticuario, amplios ventanales, espacio, detalles de velas, doseles, cabeceros que no sabías qué hacer con ellos y que puedes personalizar...
El primer tono de azul es el French Blue, y si os fijáis, con una lilas y una cómoda en blanco envejecido, podéis dar una imagen compacta a vuestro dormitorio. Las líneas rectas en el interior de las cortinas y cubriendo la cama, me parece una combinación más compleja, pero ahí está.
En cambio, la segunda imagen las líneas en los mismos tonos se han puesto en la alfombra aunque bien puede ser un suelo totalmente personalizado, que me parece ya lo más en decoración al gusto.
La moda que llega de Estados Unidos para el hogar, en este modelo clásico, cuida todos los detalles. Y las cortinas llevan unos lazos en los mismos tonos azules para situarla en la barra. ¿Demasiado? Es posible, pero las temáticas son hasta el final.
La máxima hoy en día son los cojines, varios tamaños, colores, líneas, formas, para cubrir una cama. Y sí, ¿luego? Pues al suelo, o un sofá o silla.
Os dejo varias propuesta de clasicismo, pero me gusta más esta monocromática clásica donde las haya. Y los precios, varían según los tamaños, pero en torno a los 2.000 euros por toda una cama vestida con sábanas, colchas, cojines y, tal vez, unas cortinas a juego.
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