Los bolsos son la perdición y debilidad de muchas. Son el complemento indispensable para llevarlo todo con uno mismo. Este que os presento hoy es uno de los Tote Bags de la colección de Otoño-Invierno de la diseñadora Jill Sander.
Con el frío, el cuero y las cremalleras se erigirán como uno de los must de la temporada. La inspiración rock y motera nos vestirá no sólo en cazadoras, faltas, pitillos, botas y zapatos, sino que también llega a bolsos como este.
Grande, con dos cremalleras que forman dos solapas en el frente y doble asa ancha para llevar de la mano o al hombro, este bolso es un todo-terreno para ir fantástica a diario. Aparte del clásico negro, en la web oficial se ofrece también en un azul grisáceo precioso, pero yo, me quedo con el negro.
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