Este yate de 82 metros de eslora es el Ocean Breeze, construido en Dinamarca en 1981 y que perteneció al ex dictador Sadam Husein. Tuvo más suerte que su otro yate, el Al Mansur, que fué bombardeado y destruído por EE.UU. en el sur de Irak en 2003.
Su primer nombre fué Al Yamamah, y un rumor corría de boca a oreja allá por el 2007 de que iba a ser regalado al Rey de Jordania aunque no pasó de rumor.
Iba a encargarse de su venta la compañía con sede en Londres Burgess, tal como informó en septiembre 2007 Yachtspotter.
No escontró comprador por el precio en su momento de 20 millones de euros y eso que Burgess no informó del nombre de su propietario, sólo revelado a quien estuviera interesado.
Aumentando el misterio, el periódico The Independent reveló que el yate, que fué anclado en Niza, se vendía a través de una dudosa compañía de las islas Caimán en nombre de unos desconocidos. Más yuyu, menos compradores, digo yo. Aunque más morbo.
Más tarde, la agencia EFE se añadió al culebrón declarando que la Justicia francesa desautorizó cualquier negociación de venta del famoso yate irakí hasta que se aclarara oficialmente su propiedad, pasando a ser el pueblo de Irak.
Todavía en noviembre de 2008 pensaban venderlo por 23,6 millones de euros. Equipado con grifos de oro, salones con una decoración suntuosa que tanto gustaba a Sadam Husseiny, un quirófano, una mezquita, un sistema de defensa, un sistema antimisiles.
Cristales con protección contra balas, varias piscinas y saunas. Ah, y una plataforma para un submarino: no se cómo Abramovich no lo compra para su colección, tiene todo el equipo de seguridad que le gusta para su colección de yates.
Claro que con el Pelorusde más de 100 metros, éste le queda pequeño. Dispone sólo de camarotes para 28 invitados y el suyo ya tiene dos helipuertos. Ese es seguramente el problema actual para su venta definitiva: a lo largo de estos años, esloras de más de 100 metros surcan orgullosamente los mares y los océanos del Globo.
El portavoz del Gobierno irakí, Ali al Dabbagh, quien fue muy optimista en 2008 con esta compra-venta ha declarado a principios de este año que el Ocean Breeze se vuelve a Irak ya que no ha salido ningún comprador interesado y la recesión económica no ayuda precisamente.
De Niza, en el sur de Francia, pasó a ancharse a finales del pasado mes de julio en un puerto del Pireo, en Grecia, donde una compañía de mantenimiento le dió cobijo. Ahora hay que pagar al abogado francés y a la compañía griega (finalizaba el contrato a finales de mayo) antes de tomar rumbo a Basora, desafortunadamente famosa ciudad en el sur de Irak a causa de la guerra.
Bueno, si alguien quiere darse un capricho ya está informado. El yate incluso tiene un pequeño teatro y una salida secreta para sus pasajeros. Imagino que es el momento para negociar el precio, porque los gastos de mantenimiento de un yate de lujo de estas dimensiones son astronómicos.
¿Tienes conocidos en las altas esferas jordanas? Porque parece ser, para más INRI, que el gobierno de Jordania lo reclama como suyo. Deberían hacer un especial Dallas Irakí, o Falcon Breeze para restar gastos de todo este mal negocio. Que lo vendan ya y les llegue el dinero a los irakíes, que buena falta les hace. Como para que su gobierno se ande ahora con remilgos y no quieran bajar de los 30 millones de euros.
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