Entrevista a Benjamín Calles con motivo de la inauguración de The Hall

Quienes echábamos de menos la sofisticación sin pretensiones del desaparecido restaurante NODO de Madrid, estamos de enhorabuena pues, hace apenas una semana, el incombustible Benjamín Calles ha vuelto por sus fueros (y nunca mejor dicho), inaugurando un nuevo restaurante gastro al que ha llamado The Hall.

Al margen de que el nombre del nuevo restaurante suene bien, sea corto y resulte pegadizo, resulta que sintetiza a la perfección la filosofía y el espíritu de la nueva aventura en la que se ha embarcado Benjamín. The Hall ha nacido con vocación de convertirse en el ágora de Madrid, un lugar donde todos podamos citarnos para comer rico, rico; tomar un café o una copa, charlar, hacer negocios o disfrutar del ambiente y de la vida social madrileña.

Un espacio multiusos donde podremos degustar unas deliciosas tapas y comer a la carta con manteles de hilo en un ambiente sofisticado y versátil. El nuevo espacio concebido por el interiorista Alfons Tost es elegante y clásico con un punto canalla, para que podamos optar por el ambiente que más nos atraiga en función del humor con el que nos hayamos levantado ese día, de la compañía con la que estemos o el tipo de comida que queramos comer.

En The Hall cada rincón, cada pieza o estructura revela un aspecto emocional y sorprendente, lleno de mezclas y de contrastes, buscando el equilibrio en la unión de aspectos dispares, aunque siempre elegantes.

Todo es muy auténtico y de la mejor calidad, y desprende un je ne sais quoi que hace que te sientas bien. Se nota que Alfons Tost ha procurado buscar la autenticidad ante todo. Me sorprendió gratamente que para ser ecofriendly, The Hall defienda una idea de lujo responsable mediante una original "estación de servicio", para poder repostar el agua mineral, natural o con gas, en unas preciosas botellas que han diseñado ex profeso.

Pero, sin duda alguna, el valor añadido de The Hall es la presencia discreta y eficiente de la mejor jefe de sala que tuvo el NODO, María José Monterrubio, a quien nos alegró volver a encontrar al frente del nuevo proyecto haciendo tándem con el chef Miguel Ángel Rocabruna quien se formó a las ordenes de Martín Berasategui en el mítico restaurante El Amparo de Madrid.

María José, ¡qué maravillosa sorpresa!

La vida que es muy curiosa. Yo empecé con Benjamín hace ahora dieciséis años. Gracias a él pude comprarme mi casa. Precisamente en diciembre pagué el último mes de hipoteca al banco. Así que cuando Benjamín me llamó para invitarme a formar parte de The Hall, ni me lo pensé dos veces.

Vamos, el famoso ¡si tú me dices ven, lo dejo todo!

¡Justo! (Risas). De alguna forma, la vida nos separó para permitirnos crecer tanto personal como profesionalmente y, ahora nos vuelve a reunir dando lugar a la perfecta cuadratura del círculo. ¡Ven, que te presento a Benjamín!

Entrevista a Benjamín Calles

Benjamín, ¡gracias por atendernos! Qué ilusión habernos encontrado con María José.

¡La mejor apuesta de The Hall!

Me encanta lo versátil que es el nuevo restaurante. Desde donde estamos puedo ver a dos señoras sentadas delante de una maravillosa chimenea de diseño disfrutando de una comida la mar de glamourosa.

En función de la hora, de la compañía, y de lo que quieras comer y beber puedas elegir el rincón en el que vayas a sentirte más cómodo.

¿Y este rincón así tan rosa donde nos encontramos?

Hemos querido fomentar y reforzar la visión elegante, femenina y optimista de las señoras a quienes les encanta el mundo rosa del champán, para ofrecer momentos de felicidad que la gente pueda disfrutar y compartir con sus amigos.
En el briefing en el que tanto trabajé con Alfons Tost, el interiorista, antes de concebir el nuevo espacio, le pedía muchas cosas. Tantas como que supiese transmitir lo que yo quería que la gente sintiese al entrar en The Hall. Y los colores y las texturas tienen un gran impacto en la percepción de la gente, al igual que el resto de los sentidos como el olfato o el oído. Todo es muy sensorial porque no es sólo lo que ves o lo que comes, sino más bien lo que sientes cuando entras en los sitios.

Me ha encantado la posibilidad de poder comer con las manos.

A mi todo el tema del finger food me encanta mientras resulte cómodo, no graso, y natural. Tomar un trozo de una patata souflée con un tenedor me parece hasta cursi porque primero se rompe. Me parece mucho más lógico que la cojas con los dedos.

Resulta curioso el contraste del mantel de hilo con la posibilidad de comer con los dedos.

El quid está en volver a jugar con los elementos clásicos. Aunque pueda parecer un espacio bastante minimalista, luchamos por volver a tener el confort en las mesas, el que sea todo cálido, y que nuestros clientes estén cómodos.

¿Cuántas personas trabajan en el nuevo equipo?

En estos momentos, treinta personas, pero si se cumplen todos los pronósticos, seguiremos creciendo. En los fogones tengo la suerte de contar con Miguel Rocabruna, que ya no es un chaval, pues tiene cuarenta años, y que domina los conceptos de la cocina clásica, pues ha estado trabajando en mucho de los restaurantes importantes, con los grandes chefs que de verdad cocinan.
Hay dos conceptos con los que este restaurante se puede definir. Nuestra cocina es rica, y si quieres que te la defina mejor, es rica otra vez. Y como bien dice el mago Tamariz, esto es sólo para divertirse. Aquí tienes que venir para comer rico, rico y para divertirte.
Yo hago las cosas como a mi me gustaría encontrármelas. No significa que lo hayas visto en otro lado. Ayer vino un grupo de gente a tomar un aperitivo, se sintieron tan cómodos y a gusto que llamaron a otros amigos para organizar aquí una cena que no estaba prevista.
Los restaurantes como tales tienen una vida difícil en España por las circunstancias (crisis, horarios, etc.), por eso es importante ampliar el horario y dar otras opciones. El mayor de los lujos es que los locales tengan capacidad de adaptarse a las necesidades o expectativas de sus clientes.

Con The Hall, Benjamín vuelve a hacer gala de su espíritu visionario, rompiendo con todos los códigos imperantes, para volver a los orígenes, señalando el camino a seguir a futuros emprendendores que quieran probar suerte en el mundo de la restauración.

Más información | The Hall

Más información | Alfons Tost

En Embelezzia | Restaurantes

Fotos | Eugeni Pons©, @quidproquoq

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