Mónica Pérez de las Heras es autora del libro Palabra de primera dama. Michelle Obama. Mientras leía las páginas de un perfil muy personal, pero con el toque profesional que la primera dama de Estados Unidos sabe imprimir al cargo, supo ir preparándose en la campaña, supe que quería entrevistar a su autora.
Mónica es especialista en inteligencia emocional, ve más allá de lo que vemos nosotros, y podríamos decir que forma parte de esos pequeños círculos de confianza del matrimonio Obama. Además, es periodista y especialista en Programación Neurolingüística (PNL). Como conferenciante ha recorrido los cinco continentes. En la actualidad, colabora con diferentes medios de comunicación y trabaja como formadora en temas ambientales y periodísticos, especializándose en "oratoria con PNL" y "comunicación con PNL". Su análisis no puede ser más preciso.
¿Queréis saber un poco más de Michelle Obama a través de Mónica?
Hace falta mucha más educación en inteligencia emocional en nuestro país para que surjan hombres y mujeres que lo integren en su día a día y se lo crean.
- Michelle Obama es una primera dama muy especial, ¿puede decirse que única?
Ella es única en algo muy obvio como que es la primera dama afroamericana que hay en Estados Unidos, pero también en otras cuestiones como que es ya más popular de lo que lo fueron otras como Hillary Clinton o Laura Bush. Michelle es una mujer muy especial porque viene de una familia sencilla de un barrio obrero de Chicago, que tuvo que costearse ella misma sus estudios a través de un crédito, que estudió en las mejores universidades del país y que dejó el trabajo que tenía en un gran despacho de abogados para dedicarse a trabajar en organizaciones sociales. Además supo apoyar a su pareja para que ésta llegara a la Casa Blanca y ahora se desvive para que su papel como primera dama sirva para ayudar a los estadounidenses. Tiene claro que está realizando un servicio para su país.
- El matrimonio Obama desprende allure, ¿cómo son de cerca?
Contaban algunos periódicos sensacionalistas estadounidenses cuando los Obama llegaron a Washington para vivir que por fin habría sexo en la Casa Blanca. La verdad es que cualquier persona que les conoce dice que ellos crecen cuando están juntos. Existe entre ellos una química muy especial que hace que se apoyen de manera incondicional. Barack adora a su esposa hasta tal punto que cuando salen a cenar con otras parejas, las mujeres de los amigos se quejan a estos de que ellos no muestran tanto cuidado por sus esposas como el presidente Obama. Por su parte, Michelle ha dejado a un lado su carrera profesional –ganaba más dinero que Barack antes de llegar a la Casa Blanca- para apoyar el trabajo de su marido y lo consigue con creces puesto que ella es el personaje político más popular de Estados Unidos.
- Mónica, ¿qué te llevó a escribir este perfil entre lo profesional y lo personal?
Cuando publiqué en 2009 el libro El secreto de Obama (LID Editorial Empresarial) sobre la oratoria del presidente, tenía muy claro que quería escribir uno sobre Michelle. Llevaba desde 2007 siguiendo a Obama y la figura de Michelle me enamoró tanto como la de su marido. Su historia es la de una mujer que ha triunfado sin siquiera soñar con ello porque como ella dice en muchas ocasiones, “ser primera dama de EEUU era un sueño imposible para una niña negra”. El ejemplo de Michelle es fundamental para que cualquier mujer del mundo sepa que en esta vida puede conseguir lo que quiera si se lo propone, hasta el sueño que, en principio parezca más lejano, lo puede conseguir.
- En España no estamos acostumbrados a estos seguimientos tan exhaustivos de discursos, moda, etc, etc... ¿como es posible que Michelle lo aguante?
Sí es verdad que las mujeres famosas del mundo de la política tienen un gran seguimiento, es el caso de Carla Bruni o de Kate Middleton. En el caso de España el foco está puesto en la princesa Letizia Ortiz, a dónde va, lo que dice, cómo va vestida, etc… En el caso de Michelle le han puesto una lupa enorme que a ella le sorprende. “Jamás pensé que vestir de una u otra manera iban a dar tanto que hablar”, explica ella. Y así es. Michelle se reconoce como una mujer sencilla que durante muchos años ha pasado desapercibida. Ahora cualquier cosa que hace es comentada por la opinión pública. Mientras que hay cosas como la moda que no puede evitar, lo que trata es de usar su influencia para que mejoren ciertas cuestiones como el apoyo a las familias de los militares, la mejora de la educación o la lucha contra la obesidad infantil, los tres temas a los que más dedica su tiempo.
- Es una mujer como pocas, con las ideas clarísimas y un gran sentido de la responsabilidad... ¿es así de siempre?
Michelle Obama tiene las ideas muy claras, ella es la que hace que su marido siempre tenga los pies puestos en el suelo, puesto que es muy realista. Su sentido de la responsabilidad es tan alto que aquellos que han trabajado con ella dicen que lo hace como un “gladiador”. Su hermano Craig se asombraba de que en su infancia siempre estaba estudiando y, de hecho, consiguió llegar a las Universidades de Princeton y Harvard por su propio esfuerzo. En la Casa Blanca dice que se levanta a las 4 y media para ir al gimnasio. Cuando habla en público de cómo llegar a conseguir lo que quieres, Michelle no habla de suerte sino de trabajo duro y de esfuerzo. Fue su padre, Fraser Robinson, quien le enseñó lo que es el trabajo duro. Durante muchos años su progenitor fue a trabajar apoyándose en dos muletas porque padecía esclerosis múltiple. El ejemplo de su padre fue decisivo para formar el carácter de Michelle.
- Mónica, eres especialista en inteligencia emocional... ¿hay alguna otra mujer que veas que desprende este magnetismo?
Creo que hay muchas mujeres que se están trabajando la inteligencia emocional –lo cual es un proceso a largo plazo-. Tuve la ocasión de conocer en su día a la Madre Teresa de Calcuta y de conocer su labor en la India, ella es quizás la mujer más emocionalmente inteligente que he conocido. También conozco a Jane Goodall, la famosa primatóloga que ha pasado toda una vida defendiendo el planeta y a los chimpancés, ella es también pura inteligencia emocional. Hace falta mucha más educación en inteligencia emocional en nuestro país para que surjan hombres y mujeres que lo integren en su día a día y se lo crean.
- ¿Qué crees que les falta a las mujeres de los políticos en nuestro país para realizar ese doble trabajo de compenetración y labor política?
Creo que no se puede comparar porque el papel de las mujeres de los políticos en nuestro país es diferente al de las mujeres de los políticos estadounidenses. Aquí la figura de primera dama no está institucionalizada, son mujeres que, si sus maridos adquieren un cargo público, ellas siguen realizando su vida, siendo prácticamente anónimas y sin tener más función que estar al lado de sus maridos en las recepciones oficiales. Sólo en algunos casos como en el de la mujer de Felipe González o la de José María Aznar es diferente, pero porque ellas se han querido involucrar en política por su cuenta. A mí personalmente me gusta el sistema de EEUU donde la labor de la primera dama puede dar mucho juego pero respeto que aquí sea diferente.
- ¿Es Michelle una mujer de lujo?
Michelle es una mujer que no necesita los lujos explícitamente, aunque le gusta vestir bien, variar de diseñadores, etc. Tan pronto puede ir con unos zapatos caros como con unas zapatillas de mercadillo por ejemplo. Si la pregunta es si Michelle Obama es un lujo de mujer, y ahí tengo que decir que, en mi opinión sí lo es. Primero de todo porque es un ejemplo para el resto de las mujeres del mundo en cuanto a valentía, determinación, capacidad, feminidad, etc… y por otro, porque tiene una gran capacidad para conseguir que la gente crea en sí misma. Eso lo heredó también de su padre. Es también una mujer de lujo porque es una buena persona y eso es muy importante cuando alguien llega a un cargo como el que ella tiene.
Sin olvidar su gran sentido del humor. Michelle Obama es tan buena oradora que es capaz de hacer reír a la gente en 3 minutos cuando se sube a un escenario. También puede conseguir que se te encoja el corazón durante su charla. Esa capacidad de motivación la hace única.
PD, Para mí ha sido un auténtico placer escribir sobre Michelle Obama y responder a vuestras preguntas. Muchas gracias.
¡Gracias a ti Mónica!
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