Quienes somos fans absolutos de la revista ELLE, conocemos mucho la marca Missoni, pues los responsables de la revista mantienen con la familia Missoni una relación estupenda que data de 1969, año en el que la edición francesa de la revista los sacó, por vez primera, en portada.
El apellido Missoni también volvió a ser trending topic del día cuando se supo que Tatiana de Santo Domingo - novia de Andrea Casiraghi e íntima de Margherita Missoni -, había confiado en la firma italiana para que le confeccionase el original vestido hippy-chic que lució durante su boda civil en el Principado de Mónaco hace ahora cinco meses.
Todos nos sentimos consternados cuando nos enteramos de que el 4 de enero, la avioneta en la que viajaba Vittorio Missoni y su mujer Maurizia Castiglioni desapareció en el mar en Caracas, Venezuela, y cuando cuatro meses después Ottavio Missoni moría el 9 de mayo a la edad de 92 años, sin que se hubiese podido recuperar el cuerpo de su hijo.
Missoni es una marca de moda fundada en 1953 por Ottavio Missoni y su mujer, Rosita Jelmini. El patriarca de la saga, al que los íntimos llamaban Tai nació en 1921 en Ragusa, en la antigua Yugoslavia. Después de la Segunda Guerra Mundial, junto con su amigo y socio Giorgio Oberweger montaron un negocio de prendas deportivas realizadas en lana.
Estas prendas empezaron a hacerse famosas cuando el equipo de deportistas italiano las introdujo en su uniforme para los Juegos Olímpicos de Londres de 1948, en los que participó el mismísimo Tai. Allí conoció a Rosita Jelmini, que procedía de una familia de sastres en Golasecca, provincia de Varese en el norte de Italia.
Se casaron en abril de 1953, y abrieron una pequeña fábrica de jerséis cerca de la ciudad de donde era Rosita. En 1958 presentaron su primera colección en Milán, motivo por el que la bautizaron en el nombre de Milano Simpathy.
Con el apoyo de Anna Piaggi, directora de la revista Arianna, las prendas diseñadas por los Missoni fueron posicionándose y vendiendo muy bien. Durante un viaje a Nueva York en el año 1965, Rosita conoció a la diseñadora francesa Emmanuelle Khanh, que diseñó para la marca una preciosa colección.
En 1967, la popularidad de Missoni creció como la espuma cuando fueron invitados a presentar sus nuevas colecciones en el Palazzo Pitti de Florencia. Durante aquel desfile se produjo un pequeño escándalo, porque debido a una equivocación en el color de la ropa interior que debían usar las modelos, no hubo tiempo de reacción, y Rosita Jelmini tomó la decisión de que desfilasen sin sujetadores. Con los focos, las prendas se transparentaban, dejando ver el pecho de las modelos.
Como consecuencia, los Missoni no fueron invitados a participar al año siguiente, pero la publicidad que se le dio al desfile aumentó la fama de la marca, permitiéndoles abrir una nueva sede social en Sumirago, en el año 1969.
Aquel mismo año, Missoni presentó su nueva colección en las instalaciones de una piscina en Milán. Un precioso y original desfile acuático con el que obtuvieron el premio “Moda Mare”. La edición francesa de la revista ELLE les dedicó una portada, contribuyendo de este modo a que su fama llegase a territorio francés.
En abril, la revista Woman’s Wear Daily, conocida como la Biblia de la Moda, dedicó todo un reportaje a la marca Missoni, titulándolo: “Missoni firma una de las prendas más pecaminosas inspiradas por el Art Déco”. La revista Vogue no dudó en apoyar también a la firma italiana.
De este modo, en 1970 Missoni abrió su primer corner en los Estados Unidos, en los grandes almacenes Bloomingdale’s. Pero cuando realmente Missoni alcanzó el punto álgido de su éxito fue durante la década de los Años 70, hasta el extremo de que la revista New York Times llegó a publicar que las prendas que elaboraba Missoni serían como las que haría Coco Chanel si todavía viviese. ¡Qué alucine!, ¿verdad?
En 1972, Woman’s Wear Daily incluyó a Missoni entre las 20 firmas más infuyentes en el mundo de la moda, en su famosa lista Fashion Power del mundo. Al año siguiente, la firma fue premiada con el prestigioso Neiman Marcus Fashion Award.
Durante el siguiente lustro, Missoni diversifica su producción fabricando también accesorios de moda, joyas, ropa para la casa, y objetos decorativos para el hogar; al tiempo que abría nuevos flagships en París, Alemania, Japón, Oriente Media y en EE UU.
Coincidiendo con su 25 Aniversario, se organizó una retrospectiva en la Rotonda della Besana de Milán, que luego viajó hasta el Whitney Museum of American Art de Nueva York. En 1996 otras dos exposiciones sobre la firma Missoni fueron organizadas en Japón. Todavía hoy, algunas prendas de la firma siguen expuestas, de forma permanente, en el Museum of Modern Art de Nueva York, y en el Museum of Costum de Bath.
Missoni también ha diseñado el vestuario para la Scala de Milán. En 1997, el timón de la nave pasó a manos de los hijos del matrimonio, Angela (directora de arte), Vittorio (director comercial) y Lucca (director técnico). Su nieta, Margherita Missoni, después de haber prestado su rostro para el lanzamiento del primer perfume de la firma, ejerce de embajadora de excepción para la misma.
En el 2009, gracias a un acuerdo con el grupo Rezidor, fueron inaugurados los primeros dos hotels Missoni en Kuwait y en Edimburgo. En los hoteles Missoni todo tiene una estética casual, y el claim por el que se rigen es A way of life. No me parece un mal final para acabar con el primer capítulo de esta saga familiar relacionada con el mundo de la moda.
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