Derby Hoteles es una cadena fundada por Jordi Clos que tiene ocho hoteles en Barcelona, dos en Madrid, uno en Londres y otro en París. Hasta aquí no hay nada que nos sorprenda. Pero si cruzamos las inmensas puertas de cristal en el Hotel Urban de Madrid, en plena Carrera de San Jerónimo, junto al mismísimo Congreso de los Diputados, a un tiro de piedra de la Puerta del Sol, nos van a sorprender muchas cosas.
La primera impresión es de un hotel de diseño, modernísimo. Cristal, metal y luces bajas, pero al alzar la mirada y encontrar dos enormes tallas ceremoniales del siglo XIX de Papúa Nueva Guinea, comenzamos a comprender que el Urban no es un hotel corriente.
La primera pregunta para Andrés Hervás, anfitrión de Embelezzia en esta visita guiada al Hotel Urban es si se trata de réplicas. La contestación es negativa. Y necesita una aclaracion ya que no es normal que en un hotel convivan tapices de la dinastía Ming con bajorrelieves del Faraón Ramsés II, estatuillas de piedra de un Templo de Angkor o inmensos Budas de la dinastía Qin, con los materiales y los huéspedes del siglo XXI.
Y es que Jordi Clos no sólo es un puntal de la alta sociedad barcelonesa, sino que posee la mayor colección privada de arte egipcio de Europa expuesta al público, en el Museo Egipcio de Barcelona: más de 1.000 piezas de valor incalculable. Jordi Clos es un mecenas de la cultura, un apasionado de las civilizaciones antiguas y un prestigioso arqueólogo.
Y ¿como es el Hotel de un egiptólogo hostelero? Pues como el Urban. Además Jordi Clos es un apasionada del mar, por lo que el Urban tiene en su construcción, obra del Estudio de Arquitectura Cirici&Bassó, continuas referencias a términos marinos. La divertida escultura que nos recibe en la terraza del Urban de un buceador a punto de tirarse al agua es muy gráfica.
96 habitaciones en seis plantas, divididas en superior, suites junior, junior suite duplex y una espectacular suite loft en el ático. Edredones de seda, grandes cristaleras, tonos pardos y topo, consiguen crear una atmósfera acogedora en un espacio de diseño muy conceptual, donde la nota hogareña la ponen las singulares esculturas asiáticas y las mantas de piel (sintética).
Cabeceros de cuero y diferentes alturas, para todos los gustos, con un denominador común, los cuartos de baño tras una mampara de cristal, que da la sensación de estar integrados en la suite. De ser una continuación de la misma. Originales y elegantes.
En el sótano, diferentes salones de reuniones perfectamente preparados para ceremonias o reuniones de empresa como para eventos y banquetes, rodean un espectacular museo con paredes de ébano y muros de piedra que alberga una preciosa colección de arte egipcio.
Toda la vida del hotel está pensada en torno al patio central (ahora reconvertido en zona de fumadores y exposiciones) que tiene forma circular y representa el sol de los egipcios, ya que la escaleras serían los rayos del mismo. Escaleras que están forradas de un espectacular gresite de pan de oro, que aunque represente los rayos del sol, a mi me recuerda más una discoteca tipo Studio 54.
Los restaurantes del hotel son variados y conocidos por su excelente gastronomía de cocina de temporada. Europa Decó, dirigido con timón firme por Paco Patón y George Pierre;.
La coctelería, el Glass Bar, donde el desfile de caras conocidas del mundo del arte, la cultura y las socialités madrileñas es constante, y donde lo que más llama la atención son las impresionantes sillas diseño de prestigioso Philippe Starck (aparte de sus deliciosas ostras y tapi-platos).
Pero si por algo es conocido el Hotel Urban por los madrileños, es por su Terraza. Una carta de cócteles soberbia, tapitas dulces y saladas y unas vstas de excepción del skyline de la capital. Junto a ella, el Cielo del Urban nos ofrece un espacio ideal para reuniones o celebraciones pequeñas.
Una mención especial para el uso de un material tan especial como el alabastro en las inmensas columnas luminosas del hotel. Tanto jugando a ser la espina dorsal del patio como en la recepción y las columnas de luz de los pasillos circulares del hotel, la utilización del alabastro es perfecta y está en sintonía con la modernidad de los metales y el cristal y la antigüedad de los bajorrelieves que alumbra.
Una idea estupenda para mantener vivo el ambiente del hotel son las exposiciones que pueblan temporalmente sus espacios. Otro hito del Urban es la piscina. Situada junto al spa y el gimnasio, en el mismo ático del hotel, es uno de los lugares más solicitados en las calurosas noches de verano.
Desde aquí quiero agradecer a Derby Hoteles y a la Agencia Sogues a oportunidad de conocer el Hotel Urban , de la mano de dos guías estupendos, Andrés y Mireia, que nos han explicado un nuevo concepto de hotel que cada vez se impone más en España, el hotel vivido, con alma. Toda una experiencia conocer el Hotel Urban en Madrid.
Imágenes | Maria SJB Más información | Hotel Urban En Embelezzia | NH Edition Shop by Juanjo Oliva En Decoesfera |
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