Disfrutar de un fin de semana libre es casi algo que tenía olvidado. Este fin de semana me he desplazado al norte, al Pais Vasco, concretamente a Gordoxola, donde había escuchado hablar de un nuevo hotel de lujo. Y vaya si lo es. Se llama Ibaia, y cuenta con un restaurante más que bueno.
Ibaia Hotel abrió a primeros de octubre. Está rodeado por el río Herrerías o Ibalzibar y enclavado en el Valle de las Encartaciones de Gordexola. Paisaje perfecto para desconectar y cargar pilas disfrutando de cada detalle del hotel, porque mires donde mires, algo te llama la atención.
Este Hotel era un antiguo convento del siglo XVII, el de Santa Isabel, y pude ver cómo muchos vecinos de la zona, mayores sobre todo, querían ver en qué se había convertido el recuerdo que tenían del convento, de cuando eran monaguillos o acudían a misa allí.
Han estado más de tres años de obras para dejarlo tal y como está ahora, y el resultado (aunque falta el spa y el gimnasio), es más que evidente. Los culpables, los dueños del Restaurante Boroa, que han decidido convertir este lugar a menos de 15 minutos de Bilbao en coche en un referente hostelero y gastronómico.
Las habitaciones
Las habitaciones son las antiguas celdas, pero muy muy desconocidas. Es un hotel con encanto, y nada masificado. Tiene 39 habitaciones y tres suites. Espero que os guste la imagen de la suite principal donde desde la bañera puedes disfrutar de una vista espectacular del monte.
La madera convive con los detalles antiguos recuperados, y la luz. Porque si tienes suerte y te hace un buen día (menos mal que hice las fotos el sábado), todo tiene un ambiente diferente, muy íntimo. La carta de almohadas está presente, plumas para todos los gustos.
Las amenities, naturales, de Damana. El jabón de aceite de oliva muy muy recomendable.
La decoración
Paul Ziorsolo es el autor de la decoración. Salones para leer, para tomar un buen cóctel, una biblioteca con sofás y chimenea. En este salón que veis puedes disfrutar de un atardecer cálido sin ruido alguno. Los espejos, cuadros históricos, centros florales, todo creando ambiente.
O el claustro, donde el techo acristalado deja pasar la luz y disfrutar del día, la noche, la madrugada, con una temperatura perfecta.
Un detalle que me encantó, desde el claustro se pasa a la iglesia, por lo que quien esté buscando un lugar donde reunir celebración religiosa, espacio de cóctel y cena, o dormir después, te recomiendo que lo visites. En el Aterpe hay dos espacios especiales, reservados para celebraciones civiles con una chimenea grande para primavera y otoño.
Si quieres algo muy muy íntimo, hay un comedor privado entre el claustro y el restaurante.
Otros detalles
En la entrada se aprecia el torno antiguo del convento, por el que hace años entraba la comida. La fachada exterior ha sido restaurada, y el interior rehecho casi por completo.
Respecto al exterior, te recomiendo disfrutar de los paseos y el bosque, mirar la montaña, y descansar. Y sí, disfrutar del menú desgutación o cualquiera otra elección.
El restaurante cuenta con dos chefs, Luis Burzaco e Íñigo Elorriaga, del que os hablaré otro día porque merece la pena destacarlo en exclusiva.
Os dejo imágenes en la galería de todo el complejo. Asier, ¡gracias por el tour!
Ver galería completa » Ibaia, restaurante hotel de lujo en Gordexola (Vizcaya): imágenes del complejo (47 fotos)
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