El ritmo de vida exclusivo necesita de servicios de lujo como la conciergerie: un asistente personal a tu disposición las 24 horas del día los 7 días a la semana. Tu mano y brazo derecho.
Esta empresa tiene sede central en Francia y ser miembro significa poder beneficiarse de una agenda de contactos ultra-exclusivos y elitistas con una simple llamada telefónica a tu concierge.
Desde reservas a hoteles, Spa o restaurantes de élite en fechas señaladas hasta pingüinos para ambientar tu fiesta con dress code blanco y negro.
Existen dos status de membresía: la tarjeta JP Classic y la JL 52, con un nivel de servicios exclusivos diferentes por los que se pagan individual y anualmente 1.800 euros por la primera y 45.000 euros la segunda.
Para explicaros algún otro ejemplo, he pasado de largo el apartado night-life, cultura, y todo lo más normal aunque extremadamente útil para ir directamente a excentricidades.
Lo de los pingüinos es una buena arma de marketing: pueden hacer venir en un avión militar a 30 pingüinos (ya estoy oyendo los ecos de simpatizantes de Greenpeace) para una Black and White party y encontrarte mezclado entre ellos en la soirée: genial, aunque yo también opino que en su tierra están mejor.
Otras excentricidades son hacer pintar la suite del hotel donde se aloja una diva de color rosa del mismo tono que el vestido que va a lucir; aunque poder reservar un museo privado y organizar una cena con velas es de un romántico irresistible. Todo es posible: sólo pide por esa boquita.
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