Ayer, por la noche, tuvimos ocasión de ver en el programa “El Hormiguero” de la televisión a una María de Villota resplandeciente, simpática y con una vitalidad contagiosa. Pablo Motos quiso entrevistarla después de haberla oído hablar en la rueda de prensa que concedió a los medios, allá por el mes de octubre.
La piloto española de Fórmula 1 sufrió un grave accidente el pasado verano, durante una jornada de pruebas en el Reino Unido. Después de haber tenido que pasar por el quirófano en un par de ocasiones, María fue operada con éxito, y tras disfrutar de unas felices Navidades junto a su familia, se prestó a que la entrevistaran para hablar de su último proyecto.
Tras enfrentarse a la prueba más larga de su vida (la operación duró más de diecisiete horas), María de Villota ha dado un paso adelante en su nueva andadura sumándose a un proyecto de ayuda para niños con enfermedades mitocondriales (neuromusculares), a través de la Fundación Ana Carolina Díez Mahou.
Vivir una situación tan complicada y extrema como la que vivió María después del accidente sufrido en el aeródromo de Duxford (Reino Unido), le hizo replantearse su vida en todos los sentidos.
Justo cuando empezaba a recuperarse del accidente, se enteró del fallecimiento de Javi, el hijo de un primo suyo, de tan solo tres años de edad que, aquejado por esta rara enfermedad, había sido ayudado y atendido por esta fundación cuya misión es la de mejorar la calidad de vida de niños de 0 a 14 años con enfermedades neuromusculares (especialmente mitocondriales), y la de sus familiares.
Dentro de sus planes, y siendo ahora capaz de ponerse en la piel de todas estas personas que sufren por empatía, María se ha dado cuenta de que quería dedicar parte de sus recién recuperadas energías a ayudar a un grupo social tan desfavorecido como son los niños, con un tipo de enfermedades consideradas “raras”.
Esta misión se traduce en una serie de objetivos específicos, que pasan por sensibilizar a la población sobre la importancia de potenciar la investigación de enfermedades neuromusculares genéticas, en todos los aspectos; y educar y formar a las familias, y al resto de fisioterapeutas, enfermeras y voluntarios, para ayudar a la integración social de los niños con discapacidades físicas y psiquicas producidas por estas enfermedades.
Para lograrlo, en cuanto se sientió un poco más recuperada, quedó con Inmaculada Albarracín, Directora de Comunicación de la firma Durán Joyeros, y le propuso que diseñaran juntas una pulsera solidaria inspirada en su famosa estrella de la suerte; la misma que todos los pilotos de Fórmula 1 lucieron en sus cascos después del accidente de María, para demostrala que estaban con ella, y que esperaban que ganase también la carrera más importante de su vida.
Cuando María explicó a Inmaculada Albarracín que su deseo era que todos los fondos que se recaudasen con la venta de estas pulseras fueran entregados íntegramente a la Fundación Ana Carolina Díez Mahou, la bisnieta de Pedro Durán no se lo pensó ni un momento.
El equipo de diseño de Durán Joyeros, inspirándose en la estrella talismán de la piloto, ha diseñado una pulsera que se declina en tres versiones, y que se puede adquirir en las cuatro tiendas que tiene Durán, y también a través de su web (también se podrá acceder a la compra de las pulseras a través de las webs de María de Villota, y de la Fundación Ana Carolina Díez Mahou).
María explicó ayer en la televisión, que por la compra de cada una de estas pulseras se obtendría una sesión de fisioterapia motórica y respiratoria para uno de estos niños con enfermedades mitocondriales. Estas enfermedades son incurables, y la rehabilitación es el único tratamiento realmente efectivo para quienes las padecen.
Ayer en la televisión, María de Villota declaraba:
Mi padre (el piloto Emilio de Villota) siempre me decía que había nacido con estrella, porque parecía que la buena suerte me acompañaba en la vida. Por eso hice de este símbolo mi amuleto, y lo llevaba siempre conmigo en mi casco. Y, aunque dudé que me acompañase en el momento más duro de mi vida, ahora sé que su brillo estaba destinado a iluminar muchas más vidas”.
Me gustaría explicar a la gente que aquiriendo estas pulseras están ayudando a un niño a ganar su carrera por un día, al proporcionarle una una sesión fisioterapéutica“.
María se despidió de los televidentes y de Pablo Motos agradeciendo su ayuda a todos los que se quisieran unir a su nuevo equipo. Nos alegra enterarnos de que marcas tan conocidas como Mahou, patrocinador oficial de la Madrid Fashion Week, constribuyen también a este tipo de iniciativas solidarias, ya que la Fundación Ana Carolina Díez Mahou está presidida por su nieta Curra Gervás.
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