Toda bodega que se precie mima sus distintas botellas para que cada una de ellas pueda representar orgullosamente la marca. Aunque existen añadas y añadas, las mejores se reservan para poder ensalzar el producto a su máxima expresión. En Veuve Clicquot se llama "La Grande Dame 2004".
Esta botella especial se presentó en sociedad el año 1972 con motivo de la celebración del bicentenario de la Maison. La primera contenía la cuvée 1962 y se convirtió en la tête de cuvée (me encanta cómo los franceses ponen nombres a lo exclusivo) de Veuve Clicquot-Ponsardin. Hoy os presento esta nueva edición presentada en un exquisito packaging.
Una botella de vidrio ahumado le aporta elegancia y solemnidad. El grabado con el ancla y la cometa, siempre presentes como símbolo de sus inicios, cobran protagonismo. ¿Véis el precinto del cuello de la botella? Es un certificado de autenticidad que sólamente será quebrantado para un brindis muy especial.
"La Grande Dame" se elabora con la proporción de 2/3 de Pinot Noir por 1/3 de Chardonnay. Un total de ocho parcelas catalogadas como Grand Cru forman parte de la vinificación de este champagne extraordinario, caldos vinificados uno a uno y una crianza de ocho años en Reims.
La caja de presentación está a su altura. En un elegante negro, la caja está recubierta con papel de textura satén piel (papel procedente de bosques gestionados de forma eco-responsable) y pespuntes decorativos. Su pionera fundadora solía anudar una cinta amarilla de grano grueso a sus botellas, el color identificativo de la Maison. Una cinta idéntica permite sacar la botella de la caja tirando suavemente de ella.
Más información | Veuve Clicquot-Ponsardin En Embelezzia | El nuevo packaging de Veuve Clicquot Ponsardin, Bodegas de diseño: Bodegas Portia por Norman Foster En Directo al paladar | Moët & Chandon Imperial Ice, refrescante champagne veraniego