A medida que la Navidad se va acercando, los maestros artesanos pasteleros del mundo se ponen manos a la masa para crear estupendas y golosas propuestas. Aunque nadie lo dice, yo creo que muchos hacen apuestas sobre quién se mostrará más creativo, y quién nos dejará a todos con la boca abierta frente a los clásicos troncos navideños.
Este año, la maison Lenôtre ha decidido rendir homenaje a André Le Nôtre (aunque se parece no es igual)- uno de los arquitectos y paisajistas más importantes de todos los tiempos -, pues fue quien diseñó los jardines de las Tuillerías de Versalles.
Guy Krenzer, el chef pastelero de la maison Lenôtre, y su equipo han recurrido a buen hacer de otro gran paisajista en activo, Louis Albert de Broglie, para que les asesorase a la hora de crear un tronco de Navidad capaz de conmemorar, como es debido, el 400 aniversario del nacimiento del ilustre jardinero de Louis XIV, el Rey Sol.
Esta creación limitada, que sólo se venderá del 14 al 24 de diciembre, previa reserva, representa la unión del trabajo de un equipo de connaisseurs, apasionados por el gusto y el sabor. Un savoir-faire pastelero que en esta ocasión parece revestido de simbolismo.
En la base un pastel de almendras, sobre el que han colocado una capa crujiente de milhojas, y una untuosa y cremosa capa fabricada con una mezcla de chocolates provenientes de Sao Tomé, Ghana y Tanzania para representar los estratos de tierra fértil.
La conocida pasión de Louis Albert de Broglie por los tomates (posee una colección única en el mundo) está presente, no sólo en la compota de tomates sino también en las figuritas realizadas con mazapán. Para completar este jardín de invierno al aire libre, Broglie ha diseñado un gabinete de curiosidades en versión miniatura.
Bajo un invernadero realizado con azúcar, para proteger estos cientos de sabores del frío, ha reunido a un montón de figuritas realizadas con masa de almendras, manzana en Kouglof y otras delicias coloreadas que representan abetos nevados, arabescos y parterres, sin olvidar la fuente para regar, y el sombrero de paja con el que protegerse del sol.
La reproducción de las formas y el juego de perspectivas del diseño de este tronco celebran a la perfección la obra de André Le Nôtre.
Con creaciones de este tipo es inevitable que la glotonería se convierta en un péché mignon - que es una forma mucho más mona de referirse a los pecados veniales. ¿No?
Más información | Lenôtre En Embelezzia | Exposición sobre André Le Nôtre, jardinero de Luis XIV, y autor del Jardín de las Tullerías
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