Fue en 2002 cuando Louis Vuitton hizo entrada en el mundo de la relojería con con la creación del reloj Tambour. Este diseño, icónico ya para la firma, celebra su décimo aniversario en Baselworld 2012.
Hace un año Louis Vuitton, adquirió La Fabrique du Temps, el taller de alta relojería especializado en el diseño y la producción de delicadas piezas, incluyendo los movimientos Tourbillon y repetición de minutos.
La Fabrique du Temps Louis Vuitton continúa fijando aún los estándares más altos de excelencia en el desarrollo de nuevos modelos. En este caso, podemos ver cómo se hace el exterior de la esfera, el esqueleto que luego acogerá todo el mecanismo.
Esta reloj, Tambour Minute Repeater, está pensando para los más viajeros. La repetición de minutos está considerada por los expertos en este arte como una de las complicaciones más sofisticadas. Por encima y más allá de este aura, y a diferencia de cualquier otro, el Tambour Minute Repeater tiene un pequeño extra que le hace destacar.
Louis Vuitton pidió a los mejores artesanos familiarizados con el mundo de las complicaciones que crearan un reloj Tambour que incorporase esta sutil complicación combinada con una lectura útil para los trotamundos.
La esfera muestra la hora del lugar a donde los viajeros se dirigen, junto con la hora de su lugar de origen (hora local) en una ventana en el centro de la esfera. El calibre de cuerda manual (protegido por una caja de oro que es hermética a 30 metros, y visible a través de la esfera y el fondo transparentes) toca la hora local más que el tiempo apuntado por las agujas principales.
El reloj está disponible en oro blanco, rosa o amarillo, y sólo por encargo, con la posibilidad de personalizarse bajo petición con tus iniciales, emblema, escudo heráldico o con cualquier elemento en relieve, reemplazando el número cuatro que se encuentra bajo el cristal de zafiro ligeramente ahumado que protege la esfera.
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