Con grandes dosis de creatividad, y no poca ironía, se ha desencadenado en un ring levantado entre las páginas de un libro, un duelo entre dos titanes. ¿Qué haríais si tuvierais que elegir entre un macaron o un cupcake? ¿Optaríais por la larga melena rubia con extensiones a lo Carrie Bradshaw o por el corte liso con flequillo de Amélie? Si tuvierais que elegir entre París o Nueva York, ¿por qué ciudad os decantaríais?
El libro "Paris versus New York: A Tally of Two Cities" os ayudará - a través de una serie de ilustraciones que reflejan importantes contrastes y enfrentamientos -, a ver claro. Su autor, Abraham Muratyan, ha logrado encontrar curiosas equivalencias y contradicciones entre los usos y costrumbres de estas dos grandes metrópolis, convirtiéndose así, en una especie de antropólogo del pop contemporáneo.
No se trata de una prueba psicológica para decidir si os sentís más parisinos o neoyorquinos, sino del desarrollo de un proyecto que nació hace dos años en Internet. Al principio, se trataba de un simple blog que al ir sumando millones de visitas, ha terminado por convertirse en un libro, que no es sino la recopilación de todas las semblanzas gráficas publicadas hasta la fecha. Sus ilustraciones son dibujos icónicos, parcos en detalles, y con elecciones cromáticas capaces de provocar nuestra curiosidad, y una sonrisa cómplice.
El diseñador gráfico parisino de origen armenio, Vahram Muratyan, enamorado no sólo de su ciudad sino también de Nueva York, la gran urbe por excelencia, ha ido componiendo un relato, a través de imágenes que son un inteligente reflejo de los clichés, estereotipos y manías que definen a estas dos megalópolis, divididas por un océano (no sólo de agua).
Muratyan define su best-seller como:
Un partido visual amistoso entre dos ciudades, comentado por un amante de París de paseo por Nueva York, por medio de detalles curiosos, clichés y algunas contradicciones”.
París vs Nueva York son como la Coca-Cola y la Pepsi, o el Cola Cao y el Nesquik: un duelo de titanes, ya que a pesar de tener defensores a ultranza en todo el mundo, nos estamos refiriendo, sin duda alguna, a dos universos paralelos. Afortunadamente, tampoco es que tengamos que posicionarnos, por fuerza, en uno u otro bando. Probablemente, la mayoría seríamos muy felices disfutando de ambos mundos varias veces al año. ¿Cómo era aquello? ¡Ah, sí, "en la variedad está el gusto"!
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