Si eres de los que en vez de disfrutar del momento y de la ocasión prefieren ver la vida a través del objetivo del móvil; si en vez de disfrutar de unas merecidas vacaciones alejados del mundanal ruido, del ordenador y del teléfono, procurando desconectar para recargar las pilas, te dedicas a estudiar el mejor ángulo y a investigar qué filtros o retoques puedes utilizar para mejorar tus fotos, ¡qué sepas que eres un braggie en toda regla!
Para quien no lo sepa, to brag en inglés se podría traducir por presumir, alardear, jactarse o fanfarronear. De un tiempo a esta parte, todo el que tiene un smartphone se entretiene haciendo fotos allá a dónde va, procurando siempre ofrecer el ángulo más amable. ¿La razón? Pues, sencillamente, para poder colgarlas luego en sus cuentas de Facebook, Instagram, Pinterest o Twitter.
Para ser modernos, y demostrar que además de dominar las nuevas tecnologías y las redes sociales uno es creativo, y tiene buen gusto. Sí, ¡sobre todo al principio! Pero luego, nos damos cuenta de que es una poderosa herramienta que nos permitirá presumir, suscitar envidias y generar comentarios entre nuestros círculos de conocidos. Siempre que las fotos sean chulas o creativas, ¡claro!
Lo bueno es que se puede elegir si queremos fanfarronear entre la familia, los amigos o los compañeros de trabajo. Lo realmente curioso de este fenómeno es que incluso las celebrities – tan celosas siempre de su intimidad -, también se han sumado a esta moda. ¡Y luego se quejan de que no tienen intimidad y de que los paparazzi las persiguen!
En el fondo, esto no deja de ser una competencia de estilo de vida, de éxito y de bienestar alcanzado por un estatus social o una posición laboral. ¡Nada nuevo bajo el sol!, sólo que ahora podemos verlo, y compartirlo, en tiempo real gracias a las redes sociales.
Ahora que no nos oye nadie, ¿os molestaría si alguien os llamase braggies?
Fotos | Samantha Trovillion, throughmyeyes-itsbeyondbeautiful, Classy-preppy
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