Con ocasión de la presentación de la colección Haute Couture otoño-invierno 2014-2015 de Chanel, Karl Lagerfeld acogió a sus invitados en el Grand Palais, en medio de un decorado que evocaba un apartamento parisino del siglo XX, orquestando de este modo un encuentro entre Le Corbusier y Versalles.
Encaje plastificado, neopreno o incluso cemento, Karl Lagerfeld ha recurrido para la confección de esta última colección un montón de materiales inéditos y del todo inesperados, que se combinan con muselinas, tules, tweed u organza, dando vida de este modo a una figura de absoluta modernidad.
Las líneas aparecen estructuradas: hombros de ángulo recto, cintura encorsetada y volúmenes romos creados por jaulas sobre las cuales cae la tela. El blanco y el negro se mezclan con los colores del fuego: rojo, caldero u oro o con tonalidades más fríos color cielo o cemento.
Las modelos calzadas con tongs la mar de chic desfilaban dentro de sus trajes de inspiración marquesa, cortados a la altura de las rodillas y combinados con leggins tipo ciclista o con bloomers. Las chaquetas y las levitas se cierran con botones metálicos o con grapas.
Para la noche, trajes largo de talle alto, otros, al estar fabricado con plumas rellenando tules recuerdan a nubes abullonadas. Dando al traste con las convenciones, Karl Lagerfeld ha imaginado una Couture sin costuras, en la que los chaquetones y los abrigos están cortados al bies.
Jugando con las paradojas, Karl Lagerfeld hace del cemento otro tejido, que asocia con bordados de perlas, cristales y pailletes. Por primera vez en la historia vemos al cemento bordado, cosido, incrustado y metamorfoseado en plastrón, en martingala, e incluso en prendas tanto de día como de noche. De esta forma, Lagerfeld nos deja una nueva interpretación de la Haute Couture, moderna y visionaria.
Y para que no faltase de nada, al desfile asistieron celebrities de la talla de Kristen Stewart, Alice Dellal, el oscarizado director de cine Baz Luhrmann, las actrices Isabelle Huppert, Dakota Johnson, Alma Jodorowsky y Gwei Lun-Mei.
Una de las imágenes de este desfile que permanecerán en el recuerdo será la aparición final de una embarazadísima Ashleigh Good, guapa y radiante enfundada dentro de su traje largo y blanco. Un simpático guiño del Káiser al aire de los tiempos; a esas parejas que se casan cuando ya han tenido hijos o los están esperando, o a Lily Allen - que estaba entre los invitados al desfile -, cuando se casó embarazada en el 2011 luciendo un maravilloso traje de encaje.
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