El lunes 1 de julio comenzó la Fashion Week Haute Couture para la nueva temporada otoño-invierno 2013-2014. Estamos ya en el ecuador de una intensa semana de desfiles, presentaciones, shootings y alter-shows, que definirán las próximas tendencias. Para todos los que estáis interesados por este mundo, hoy os vamos a explicar una serie de curiosidades que quizá ya conozcáis o puede que no. ¡Veamos!
El término “Haute Couture” es un apelativo jurídico protegido que responde a los siguientes criterios: El trabajo ha de ser realizado a mano en un taller donde se trabajen la telas fluidas para los vestidos camiseros o vestidos de noche, y luego también tiene que haber otro taller para los trajes estructurados donde se trabajen los pantalones, las faldas y las chaquetas.
Todas las prendas han de ser únicas y realizadas a la medida; en el desfile de cada colección tienen que presentarse, como mínimo, veinticinco looks (en vez de los cincuenta, como venía siendo habitual hasta hace algunos años); el diseñador tiene que tener un padrino. Es decir, que como ocurre con los toreros, necesita que otro diseñador de consolidado prestigio y trayectoria, le de la alternativa. Por último, es imperativo que la firma participe, como mínimo, al menos en dos desfiles al año.
La Fashion Week Haute Couture es una institución dirigida por la Federación Francesa de la Couture, y del Prêt-à-porter de los Couturiers y de los Createurs de Mode, que define y lleva a cabo los objetivos de esta profesión.
Antes de ser admitido, hay que desfilar durante dos años como miembro invitado por algún diseñador de Haute Couture. Los diseñadores extranjeros, a los que se conocen como “corresponsales” pueden ser invitados a desfilar. Este año, han aceptado la invitación Versace, Giorgio Armani y Valentino.
A primeros de julio del 2013, para esta Fashion Week Haute Couture, se inscribieron y van a desfilar catorce maisons. Bien pocas si tenemos en cuenta que entre 1945 y 2013 llegaron a ser ¡¡ciento seis!!
Aunque el precio de los modelos pueda parecer extremadamente elevado, no lo es tanto si se tienen en cuenta que para la realización de una de estas prendas se requieren, aproximadamente, mil trescientas horas de trabajo - para realizar un vestido de novia bordado -, y setecientas horas para dar vida, por ejemplo, a una capa de plumas.
Este tipo de prendas sólo se las pueden permitir unas doscientas clientas que compran de forma regular. Teniendo en cuenta que en la tierra somos los que somos, está claro que sólo unos pocos privilegiados tienen el placer y el privilegio de poder disfrutar de estas pequeñas obras de arte.
Sin embargo, aunque parezca mentira, no es a través de las colecciones Haute Couture con las que las grandes firmas crean su riqueza. La cifra de negocios de la Haute Couture sólo representa un uno por ciento de sus beneficios. Si se siguen creando es porque posicionan y mejoran la imagen de marca de la firma.
Una curiosidad: Versace perdió su estatus de Haute Couture debido a los elevados costes que representaba montar estos desfiles y también crear cada uno de estos modelos, que no siempre conseguía vender. Así pues, se vio obligada a abandonar las pasarelas entre los años 2004 y 2013. Sin embargo, este año han vuelto a hacer acto de presencia, entrando por la puerta grande, con la presencia de Naomi Campbell y de su paso firme por la pasarela.
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