Vivir o pasearse en un lugar turístico cerca de la playa da pie al relajamiento en más de un sentido. Nuestro humor se beneficia de las vitaminas que nos aporta el sol y el ambiente informal, y apetece vestirse con looks acordes a las vacaciones o días libres. ¿En todas partes? Por supuesto que no.
El pictograma que ves en la foto va a exhibirse en lugares clave de la ciudad de Barcelona para disuadir a los visitantes y ciudadanos que se paseen en lugares públicos sin camiseta o en bañador. Iniciativa que aplaudo rotundamente: hemos perdido el norte en este sentido.
Hombres sentados en los bancos públicos con el torso desnudo, jóvenes (y no tan jóvenes) en shorts y bikini en las terrazas de bares y restaurantes que no son de playa, niños y niñas visitando los monumentos solamente con el bañador y un penoso etcétera.
Creo que la moda actual tiene looks informales muy ligeros y cómodos de llevar sin necesidad de relajar tanto nuestro atuendo lejos de la playa o de la piscina. Lo que me parece increíble es que haya que inventarse un cartel que lo recuerde a la gente, que les haga reflexionar sobre qué están llevando en dónde. Es penoso. Recuerdo a mis padres diciéndome de pequeña: "esto no pasaba cuando éramos pequeños" y debo estar haciéndome mayor porque ahora pienso lo mismo.
Si me hubiera presentado en correos a comprar sellos con sandalias llenas de arena, la cabeza chorreando agua de mar y el bañador, seguro que alguien me hubiese dicho algo. Ahora vemos de todo y creo que ya nos nos inmutamos por casi nada. Pues voto por no relajar tanto nuestra visión de la etiqueta en épocas de calor y tener un mínimo de orgullo propio: hay sitio y lugar adecuados para todo.
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