El edificio de la Ópera de Oslo, Noruega, atrae a tantos visitantes amantes de la arquitectura vanguardista como a aficionados a la ópera. La obra del estudio Snøhetta contrasta con la idea histórica y romántica de óperas como las de Paris o el Teatro Bolshoi de Moscú.
De reciente construcción (terminado el año 2008), formas rectas y rectangulares, aristas marcadas y una gran línea diagonal, los arquitectos noruegos se inspiraron el la forma de un iceberg visto desde el fiordo. Un espacio para la cultura de 38.500 metros cuadrados que se construyó en cinco años, el mayor centro cultural construido en Noruega en los últimos 700 años.
La vista aérea te da una idea de su ubicación y orientación. La entrada está en el frente que da al mar, helado en invierno y que parece un decorado gigante al aire libre. En el frente que da a la ciudad se ubican los espacios de producción.
Esa escalera diagonal que tanto me gusta recorre el edificio desde la base hasta el techo terminando en un espacio-mirador abierto al público. Aplaudo la decisión de dejar que se visite el edificio si se desea sin pensar en una entrada y, como puedes intuir con la foto superior, ofrece vistas panorámicas al espacio circundante en todo su recorrido.
El material de construcción principal es la piedra y el techo está realizado en mármol. Un total de 36.000 piedras encajadas fueron necesarias para la construcción del techo inclinado.
Contrastando con la frialdad exterior y algunas salas interiores, me sentiría mejor en los espacios construídos con carpintería fina al estilo tradicional noruego. Estos revestimientos aportan una calidez que no encuentro en las salas de ensayo y otros espacios. Aunque admito que el exterior construído a modo de gran espacio público minimalista me ha cautivado.
El interior se divide en tres grandes espacios dedicados al ballet, a la ópera y a los conciertos. La sala principal tiene cabida para 1,369 personas, la sala secundaria acoje a 400 mientras que el Studio tiene 200 asientos más.
El estudio de arquitectos ganó el Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europa – Premio Mies van der Rohe 2009. La vista nocturna del exterior reflejada en el fiordo es de una gran belleza.
Muy interesante el servicio de visita guiada de esta impresionante Operahouse, por ahora solamente disponible en inglés. Si te escapas un fin de semana a Oslo bien vale una visita al edificio y un vistazo al programa de actividades y conciertos.
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