Hasta el 15 de abril se puede disfrutar de una doble exposición en la madrileña Galería Marita Segovia, en la calle Lagasca. La obra de dos pintores, el español Bernabé Gilabert y el argentino Pablo Sobisch.
Después de su última exposición en la galería, compuesta por “palés”, Bernabé Gilabert presenta una nueva obra despojada del armazón de madera, aislada al mismo tiempo de los límites del lienzo, como queriendo flotar en el blanco infinito.
Bajo el título Zócalos, la muestra recoge una serie de obras caracterizadas por la simplicidad formal, los compartimentos de colores (azules, añiles, almagres, grises, verdes) que vemos en las paredes. Zócalo: cuerpo inferior de un edificio u obra. Zócalo, cuerpo inferior, situado esta vez a la altura visual, perdiendo parte de su sentido original, alcanzando una jerarquía antes robada.
Gilabert observa los diferentes límites de los zócalos y las posibilidades de asociación a través de la fragmentación de estos, buscando por medio de formas geométricas primarias una totalidad en permanente revisión. Rellena los planos con colores, estos se expanden, creando cuadros dentro del cuadro, planos que dinamizan el estatismo monocromo.
Por su parte, Sobisch se refiere así mismo como un artista conceptual que no trata de representar lo conocido y que no cree que se mejoren las cosas añadiendo, sino quitando, hasta dejar sólo los aromas de una idea.
En esta ocasión, Pablo Sobisch presenta un conjunto de obras de gran sutileza, realizadas en papel y con tan solo un lapicero de color. Las obras muestran formas abstractas de colores intensos que parecen ser el resultado de una explosión de color cuyas formas resultantes están a punto de desvanecerse.
El año empieza con un buen nivel en las galerías españolas, esta exposición de Bernabé Gilabert y Pablo Sobisch, en la Galería Marita Segovia es un buen ejemplo.
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