Los problemas de alcoholismo de la actriz parecen estar pasándole factura. Ya no a nivel personal, sino en el laboral, porque los japoneses que pagaron la licencia de Jill Stuart parecen no estar muy contentos con la imagen que proyecta saliendo y entrando de rehabilitación y sobretodo con la forma como esto repercute en la propia firma.
Una fuente cercana a los japoneses que controlan la firma, han mencionado que estos no se encuentran satisfechos con lo que han obtenido por su dinero. Sin embargo, el CEO de Jill Stuart, Ron Curtis, ha afirmado que "los anuncios se lanzarán como está planeado y que ellos apoyan a Lindsay en su rehabilitación". Al parecer hay un pequeño conflicto de intereses entre los que tienen el control directivo y quienes poseen de verdad el control financiero de la firma. Veremos si tal vez con esto Lindsay entra en razón.
Vía | Catwalk Queen En Trendencias | Lindsay Lohan para Jill Stuart