Después de ver desfiles como los de Balenciaga no sé como queda gente que todavía se pregunta cuáll es la diferencia entre pasarelas como Cibeles y ésta. Y aunque es verdad que nos dan mucho “gato por liebre” y hay diseñadores sobre valorados, como decía el otra día Chloe, el abismo que hay entre una moda “mona” y modistos con visiones tan personales, particulares y únicas, creo que salta a la vista.
Para esta colección Primavera-Verano 2010, Nicolas Ghesquière se ha inspirado en juguetes para niños. ¿Toy Story quizás? Y es que sus primeros looks parecen una versión glamazona de Woody el vaquero.
¿No son últimamente sus looks demasiado duros y andróginos? Está claro que Nicolas no se ajusta a esteriotipos planos, pero sus mujeres son cada vez más rudas y extremadas. Ya visten de napa ajustada todo el año.
Aunque que para conservadores y puristas ya están otros…Lo suyo es otra cosa.
Los aires de futurismo siguen siendo una constante en las colecciones de Nicolas. Y los leggings, las cazadoras ajustadas y el contraste entre materiales naturales, como la rafia, y tecnológicos (o la piel y la lycra), son una de sus especialidades. Lo mismo que la utilización estratégica de los colores neón.
Seguimos a vueltas también con los botines peep-toe como calzado polivalente en invierno y en verano.
Solamente hace falta ver sus chalecos de piel acolchada con capucha para darse cuenta del don de Ghesquière por romper cánones. Podrían formar perfectamente parte del vestuario de una película de ciencia ficción.
Tengo que reconocer que hay looks que me recuerdan mucho a Rodarte...¿a vosotros no?
Pero en general el sello del Balenciaga moderno está presente en todos los diseños.
Uno de los looks presentados que más me ha gustado, ha sido el construido a partir de estas minifaldas de tablas ajustadas a la cintura con fajines drapeados y bicolores.
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